El Cabildo convierte San Isidoro en unacasa de reposo con suculentas donaciones

Parte de la colegiata de San Isidoro (siglo XII) está siendo sometida a un profundo proceso de rehabilitación para transformar las celdas que se ubican en la calle Ramón y Cajal, sobre los cubos de la muralla romana, en un centro de reposo y espiritualidad. El nuevo espacio tendrá 14 habitaciones individuales, 17 dobles y seis más reservadas para las necesidades del Cabildo, que se ofertarán a partir del mes de mayo a un precio asequible. «Nuestro propósito es que se puedan desarrollar actividades espirituales, culturales y de convivencia, además de promover la casa como un lugar para aquellos que quieren tranquilidad y reposo, por ejemplo para el estudio, para escribir un libro o para pasar una temporada para recuperar la salud», anunció el abad, Francico Rodríguez. La casa de reposo de San Isidoro tendrá acceso por la plaza de Santo Martino -donde actualmente se ubica el Centro de los Oficios- y su construcción -el abad sostiene que no supera los 600.000 euros- está siendo financiada con fondos propios del Cabildo de León y con aportaciones de particulares e instituciones religiosas. La zona que abarcará se extiende desde la torre de la colegiata hasta el ala norte del edificio, donde se encuentra un huerto que será transformado en zona de esparcimiento y aparcamientos. Todas las celdas tienen un pequeño ventanal con vistas a los cubos de la muralla romana, en cuya parte superior está proyectado una zona de paseo. Lujo asequible Aunque el abad insiste en que no se trata de un hotel para el turismo, lo cierto es que la nueva casa tiene todos los compenentes de un establecimiento hotelero de lujo, como un gran comedor en el que se ofrecerá bufé libre y comida a la carta, amplias dependencias comunes para el descanso y para el estudio y un ambiente incomparable para el retiro. La obra de acondicionamiento afecta a dos plantas de la colegiata, exactamente el mismo espacio que fue utilizado como casa de ejercicios espirituales durante años. Dentro de su perímetro se encuentran dos claustros y una monumental escalera de ribero, que será restaurada. El proyecto, definido por los arquitectos leoneses Ramón Cañas y Carlos Sexmillo y ejecutado por Decolesa, no prevé cambios en la estructura del edificio histórico aunque sí planea la construcción de una nueva escalera y la instalación de un ascensor y un montacargas, obras que está vigilando minuciosamente la Sección de Patrimonio de la Junta de Castilla y León. Un recorrido por las obras, a pesar del lógico desorden, ya da una leve idea de lo que será este privilegiado espacio envuelto de historia y paz. «Ha habido inversores que nos han animado mucho a hacer este centro cultural, humano y de convivencia» FRANCISCO RODRÍGUEZ Abad de San Isidoro