Diario de León

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Ramón Tébar, por la técnica al corazón

El joven director, vinculado a los cursos organizados por la asociación pianística leonesa Eutherpe, brindó un gran concierto al frente de la Orquesta de Radio Televisión Española

El valenciano Ramón Tébar, durante su concierto en el Monumental

El valenciano Ramón Tébar, durante su concierto en el Monumental

Publicado por
Miguel Ángel Nepomuceno - león
León

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Decir que fue un feliz descubrimiento sería no ser fiel a la verdad. Sobre todo porque Ramón Tébar es un director al que desde el primer momento en que se subió a un podio en León y cogió la batuta, el mismísimo Bruno Aprea dijo de él: «¡Questo é un bravo direttore!», y el ojo del maestro fue certero. Tébar es en estos momentos, cuatro años después de aquellas lapidarias palabras, el asistente de Aprea en la Ópera de Palm Beach, donde continua su tercera temporada al frente de importantes producciones líricas de aquel teatro. El pasado viernes, en Madrid, al frente de la Orquesta de Radio Televisión Española, pudimos y pudieron verlo en acción los cientos de personas que abarrotaban el Teatro Monumental con uno de esos conciertos que dejan huella en el oyente e inoculan la afición en el diletante. Con un programa muy completo en lo que a estéticas y estilos se refiere, Tébar dejó claro que lo importante en un director no es sólo acumular conocimientos, adquirir técnica y luego subirse a un escenario para servirla según los cánones. En absoluto, el joven maestro valenciano quiso y supo exponer un programa con rigurosidad germánica y brillantez latina. Lo consiguió, ¡y de qué forma! Ravel no tuvo demasiado secretos, ya que la siempre complicada suite de Ma mere l'oye , originalmente escrita como un dueto de piano para niños y orquestada por el propio compositor en 1911, de la que posteriormente hizo un ballet, fue un prodigio de claridad expositiva. Tébar cuidó al máximo el fraseo, algo a lo que contribuyó en gran medida la excelente labor de la ORTVE, con Miguel Borrego como concertino, para obtener una lectura, exenta de amaneramiento, diáfana y pletórica de matices tanto en el viento como en la cuerda. La hermosa voz de la soprano ligera georgiana Anna Kasyan hizo que el Exultate Jubilate de Mozart, un motete que requiere de agilidades sin cuento para expresar, sin caer en la desproporción, las alabanzas al señor, un bello himno a la espera del glorioso y popular aleluya final que Kasyan supo decir con una sombrosa vocalidad, nítida, controlada y sumamente efectista. La orquesta le permitió en todo momento trasmitir lo escrito sin apresuramiento ni agobio, algo que el joven director valenciano domina por su continuas incursiones en la dirección de ópera. La segunda parte se centró en una obra poco conocida de Elgar como es la deliciosa Serenata para cuerda en Mi menor , una pequeña delicadeza en la que director y orquesta se entendieron a la perfección, especialmente en ese Larghetto estremecedor donde la cuerda baja dialoga con nostalgia con el resto de la formación. Concluyó el concierto con una de las obras más escuchadas pero no por eso menos difíles del repertorio postromántico, la Sinfonía Italiana de Mendelssohn, a la que Tébar extrajo toda la luminosidad y alegría que encierra su partitura. Tras un primer movimiento vivo y enérgico, le siguió un Andante hermosísimo, expuesto y expresado con transparencia y colorido antes de llegar al impetuoso saltarello que nos mostró un excelente control de las dinámicas, algo que a muchos grandes directores se les suele escabullir entre los dedos con mucha facilidad; aunque Tébar lo mantuvo con pulso firme y sin dejarse llevar por el alocado ritmo que impone todo el movimiento. Virtuosismo, transparencia y comunicatividad, unidos a una soberbia técnica, son las premisas y la marca de la casa de este excelente director al que cada año vemos y escuchamos en León dentro de los cursos de piano y dirección de la Fundación Pianística Eutherpe, un lujo del que no podemos prescindir. Soberbio concierto el del teatro Monumental que sin duda habrá abierto las puertas de muchos auditorios a este ya consagrado director.

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