«No ha sido por patriotismo»

El ciclista español Alberto Contador defendió ayer su absolución por su positivo de clembuterol en el pasado Tour de Francia y señaló que la decisión de la Federación Española de Ciclismo (RFEC) no es «una cuestión de patriotismo» y sí «jurídica y científica».

Contador compareció emocionado en un hotel de la localidad lusa de Albufeira junto a su director de equipo (Saxo Bank), el danés Bjarne Riis, y reconoció sentirse «más relajado que antes», a pesar de la posibilidad de recurso a la decisión de la RFEC que se reservan las instancias internacionales.

«Tienen que ver el caso en concreto y tomar una decisión», comentó el corredor madrileño, quien consideró prematuro hablar de su participación en el Tour y resaltó que su caso es «una gran oportunidad para cambiar las reglas».

El madrileño, quien se felicitó por su participación en la Vuelta al Algarve, insistió en que en el proceso que le abrieron por dopaje «ha habido errores» y recordó el «daño irreparable» que le han hecho.

«Gracias a mí se pueden cambiar las normas», justificó el deportista, que tildó las actuales reglas anti-dopaje de «obsoletas».

No es una cuestión de Contador y sí del propio deporte y de la justicia, añadió, y pidió a sus críticos que se «metan en el caso» y lean la resolución.

El tricampeón del Tour reconoció haber pasado un calvario en los últimos meses: «He estado mucho tiempo sin dormir» y asumió que lo que más le hirió fueron las «filtraciones» y el «juicio público» al que le sometieron con «palabras cada vez más fuertes».

«Ha sido un gran día para mí, he disfrutado como hace tiempo que no lo hacía (...) A pesar de la lluvia y el viento», señaló con los ojos llorosos el corredor, quien mantuvo un gesto serio durante los 35 minutos de la conferencia de prensa.

El ciclista belga Philippe Gilbert, corredor del Omega Pharma, fue el vencedor de la primera etapa de la vuelta lusa, mientras que el corredor español llegó a la línea de meta junto al grueso del pelotón.