«Ni antes era tan malo ni ahora soy tan bueno»

Después de dos años en blanco en los que los triunfos, de una u otra manera, se le escapaban siempre de la mano, Sergio García ha vuelto a sonreír. Dos triunfos consecutivos, en Castellón y el Andalucía Master, han confirmado que las nubes han dejado de aparecer en su horizonte. Eso sí, el castellonense no quiere ni nombrar la palabra euforia. Él sabe que lo que le separa de una buena campaña de otra mala son los triunfos, no el juego que considera que no ha variado. Tal vez la suerte de embocar la bola. «Ni antes era tan malo ni ahora soy tan bueno», se justifica.

Sergio García ha reconocido que «en muchos momentos te viene a la mente la gente que está contigo y te apoyó... pero tampoco te da tiempo (de pensar) porque hay tantas emociones». Sobre su posible inclusión en el equipo de la Copa Ryder, el castellonense asegura que «sin duda» que le gustaría. «Chema Olazábal sabe lo importante que es para mí. «Quiero ganarme el puesto, porque no quiero poner en una situación complicada a Chema», apostilla.

Sergio García entraba precisamente ayer en la historia de uno de los mejores torneos españoles, el Andalucía Máster de Golf, convirtiéndose en el primer jugador nacional que logra tal hazaña en el campo gaditano. El castellonense, con un total de quince «birdies», aderezados con un «eagle» -en el hoyo once, en la primera jornada- y con el ‘lunar’ del doble «bogey» del 13 en la jornada inaugural, mantuvo su progresión para desbancar al escocés Richie Ramsay -líder en las primeras jornadas- y superar, finalmente, a un motivado Miguel Ángel Jiménez, que se quedó a un solo golpe.

Así, la segunda edición del Andalucía Máster ha hablado español en el podio, con Sergio García en lo más alto y Jiménez secundándolo, por delante del escocés Ramsay, éste a dos golpes del campeón español.

Lo de «nunca un español gana en Valderrama» ha quedado roto con el triunfo de Sergio García, pese a que antes Ballesteros se quedó a las puertas en dos ocasiones, y el resto de españoles también se quedaron en el camino en la conquista de Valderrama, como Rodiles, segundo después de perder un desempate contra Jacobson, y Sergio en 2004, tras perder un desempate con Poulter. En 2005, el castellonense cayó por un golpe ante McGinley. Y en 2006, García repitió el segundo puesto por tercer año consecutivo al quedarse, junto a Donald y Harrington, a un impacto de Singh. Sergio vuelve a sonreír y a demostrar que es uno de los grandes del golf internacional. Dos años en blanco han aumentado su hambre de triunfos, saciada en apenas dos semanas con otros tantos éxitos. Y aún quedan muchos más en su horizonte.