FÚTBOL. TERCERA DIVISIÓN
Empate que sabe a poco
El Astorga merece mejor suerte frente al Íscar en un pulso en el que el tempranero gol de Taranilla no le sirve para ganar. Su falta de puntería y la actuación de Marcos lo impiden.
Taranilla, autor del gol del Atlético Astorga, intenta controlar el balón ante Benjamín Zarandona.
El Atlético Astorga encontró escaso premio a su juego frente al Íscar (1-1) en un choque en el que el tempranero gol de los maragatos no reflejó al final un triunfo con el que mantenerse a tiro de piedra de los puestos de play-off.
El choque se presentaba para los de Simón Pérez como una ocasión inmejorable para enjugar el traspié de Ávila. Y desde el primer instante los locales aplicaron todo su empeño. Al minuto de juego Bandera ya disponía de una ocasión clara para inaugurar el marcador aunque tenía que ser Taranilla dos minutos más tarde el que acertara con las redes visitantes. Fue un lanzamiento desde la frontal del área que tras rozar el travesaño se alojaba en el fondo de la portería.
Con el 1-0 todo se ponía a favor del Astorga. O así lo parecía ya que lejos de acentuar el dominio local el tanto sirvió para espolear a los vallisoletanos que poco a poco fueron igualando el dominio del centro del campo. Los locales estaban pecando de cierta relajación y eso pudo causarles un disgusto cuando Velayos, a los 28 minutos, cabeceaba con peligro al marco de Pablo. En los minutos previos al descanso los maragatos aplicaron mayor intensidad disponiendo Víctor de una oportunidad para dejar casi sentenciado el pulso. Pero su cabezazo tampoco encontró el destino deseado.
Ocasión tras ocasión. Tras el paso por vestuarios el Astorga marcaba un ritmo frenético en busca de un segundo gol de la tranquilidad. Ivi Vales y Diego en apenas seis minutos (49 y 55) tuvieron en sus botas el objetivo. Pero ayer el cancerbero de Los Gatos, Marcos, se mostraba infalible. Recamán también tuvo la suya en el minuto 66 aunque el resultado era el mismo que el de sus compañeros, las manos del portero.
El Íscar, por su parte, se pertrechaba atrás en busca del contragolpe que a los 68 minutos obligaba a intervenir a Pablo a lanzamiento de Pedrito. Fue el aviso de lo que dos minutos más tarde iba a ocurrir en una acción en a que Velayos, desaparecido en esta segunda parte, se fajaba de su marcador para enviar al fondo de las mallas locales tras impactar el balón en un poste.
A partir de ahí el pulso se convirtió en un monólogo de los de Simón Pérez, que por desgracia para ellos, no se tradujo en goles. En apenas nueve minutos los locales contabilizaron hasta cuatro opciones para hacerse con los tres puntos pero ni Recamán en dos de ellas ni tampoco Bandera e Ivi Vales encontraron el camino correcto frente a un rival que ‘pescó’ demasiado premio para los méritos contraídos.