Adiós al ascenso (78-61)

El Baloncesto León encajó su quinta derrota consecutiva (78-61), esta vez en Palencia, donde sólo estuvo a la altura en el inicio del primero y el tercer cuarto. Después siempre fue inferior y acumuló varios minutos seguidos sin anotar en varias fases del encuentro, con un bochornoso parcial de 16-2 en el segundo acto, sólo dos puntos a lo largo de diez minutos.

Trece partidos después reaparecía Bernabé, lo hizo a los seis minutos de juego, pero no partió lógicamente en un quinteto inicial que cobró pronto una ventaja de 2-8 tras una canasta de Julio González. Además en apenas tres minutos Garrido, base titular local, hizo tres faltas que le llevaron al banco. Y antes del final del primer cuarto Mena, el otro base, haría dos. Casi todas forzadas tras las penetraciones visitantes. Sobre todo de Quezada y de Mario que, sólo en el primer cuarto anotó ocho puntos.

El Palencia reaccionó y tras un triple de Xavier el marcador se movió hasta el 9-11. Los de Javi de Grado reaccionaron bien y un triple de Mújica puso de nuevo tierra de por medio (13-18) a 2:30 del primer descanso.

El Baloncesto León jugó un buen primer cuarto pero sólo se retiró dos puntos arriba tras la bandeja en el último segundo de McDermott. El Palencia empezó a dominar bajo los aros y por ahí su reacción, que sería demoledora. En el duelo de estrategias Lezkano ordenaba aclarados para Moss y De Grado defender duro cuando recibía el pívot americano. Pero los suyos no lo estaban logrando: defendían duro el perímetro pero permitían recibir cómodos a los pivots. La resultante fue el 27-20 a seis minutos del descanso. El León no anotó en los primeros cuatro minutos y tras el 8-0 de parcial De Grado pidió su primer tiempo muerto.

El parcial se agrandaría hasta el 31-20 y ahí por fin, tras casi seis minutos de seguía, anotó Quezada. La sangría continuó y después del 35-23 De Grado pidió su segundo tiempo. Tras él metió a los suyos en una zona 2-3 que probara a los exteriores palentinos. Los dos primeros ataques locales fueron malos pero el León no produjo en ataque y un triple desde la esquina de Xavier elevó la ventaja hasta el 38-25, trece puntos que se mantendrían antes del intermedio. El equipo leonés se mostró totalmente negado en ataque y con ese lastre fue favoreciendo la distancia por parte de un Palencia que sin excesos le alcanzaba para mantenerse con autoridad en el partido.

De Grado puso las pilas a los suyos en el vestuario porque en apenas dos minutos hicieron nueve puntos (dos mas que en todo el cuarto anterior). El Palencia se rehizo y volvió a encontrar a Moss por dentro para irse hasta el 49-37, pero una antideportiva rigurosa a Rocchia tras robo de Xavier rompió el partido porque el americano hizo cinco puntos en la misma jugada: los dos del tiro libre y un triple nada mas sacar. El resultado, 54-37 a 4:30 del tercer descanso ponía el partido muy cuesta arriba para el León. El Palencia estaba defendiendo como nunca esta temporada y un nuevo robo culminó en bandeja de Moss que volvió a obligar a De Grado a pedir tiempo con 56-37 en el marcador. De los diez puntos del equipo leonés en el tercer cuarto, nueve fueron en los dos primeros minutos.

El comienzo del último cuarto fue peor todavía para León y cuando se llevaba solo minuto y medio De Grado pidió tiempo de nuevo imaginamos que para apelar a la dignidad de los suyos y hacer un final lo mejor posible. Lo consiguió aunque ya era tarde pero por lo menos propició un final en el que sus jugadores mostraron una versión más presentable. Un parcial de 7-15 maquilló el resultado.