Isidoro abandona el Ademar

«La próxima temporada no seré el entrenador del Reale Ademar». Pocos minutos después de las doce y media de ayer, Isidoro Martínez, certificaba con esta frase que no seguirá en el banquillo del equipo leonés la próxima campaña a pesar de tener firmado otro año. Martínez rechazó de plano el drástico recorte económico que sufrirá el equipo y su consecuencia en un proyecto deportivo más precario para justificar su decisión. Según sus palabras estaba trabajando ya en el equipo del año que viene y el único motivo hay que buscarlo en el duro castigo que hace una semana recibió de la grada, con una sonora pitada y ásperos insultos, por no convocar al ruso Denis Krivochlykov en su último partido vistiendo la camiseta ademarista. «¿Alguien piensa que si no se hubiera producido la reacción del público estaría dando esta rueda de prensa? Ese es el único motivo», sentenció.

«Todos vivísteis el partido del pasado domingo. Se ha producido una fractura entre la afición y el entrenador. Desde febrero del año 87 he estado ligado de una manera u otra al Ademar y el último de mis deseos es que mi presencia provoque una ruptura en el club», manifestó.

«Aunque creo que este año la grada ha disfrutado con muchos de los partidos que se han celebrado en León como los de la Copa Asobal, la Champions y la paliza al Valladolid el episodio tan desagradable que se vivió el domingo provoca esta decisión (...) percibo una división de la que no quiero ser causante en un Ademar que llevo dentro de mi corazón y lo seguiré llevando», quiso remarcar.

En su exposición de motivos, Martínez también se mostró dolido por entender que la respuesta de la grada, que tildó de «injusta», no fue espontánea. «Una cosa es expresar un malestar con una decisión del entrenador y otra la barbaridad de insultos que yo escuché y sobre todo la crispación con la que se decían. Si es tan fácil condicionar la conciencia de un colectivo, en ese aspecto ese colectivo no me merece la pena. Yo no voy a tolerar los insultos que recibí bajo ningún concepto».

Martínez reconoció que la directiva le invitó la semana pasada a reconsiderar su postura pero ya no había marcha atrás.

Cuestiona a Denis

Y si hubo un protagonista al margen del propio técnico en su despedida fue el extremo ruso Denis Krivochlykov, el detonante de su marcha y cuyo comportamiento profesional cuestionó. Aseguró que sus difrencias comenzaron el pasado mes de enero cuando le comunicó que no iba a ser renovado. «Sabía que iba a ser una decisión controvertida y que no iba a ser bien aceptada. Pero yo estoy preparado para las críticas no para las injusticias. Y ahí sólo se ha conocido la verdad de Denis no la mía. En enero estaba la cosa enturbiada porque yo no concibo un equipo sin disciplina».

Reconoció que se equivocó en no cortar esta situación en enero, cuando se produjo, en lugar de esperar al final de la campaña. «A partir de enero, hubo constantes desplantes hacia mi persona y ahí estuvo el error. Pienso que tenía que haber actuado con antelación. Pero también es cierto que me equivoqué pensando que iba a ser mejor para el club y para el equipo. Según estaba la situación económica hice un poco la vista gorda y me centré en lo importante, que era cada partido, viendo además que el grupo funcionaba bien. Me equivoqué», insistió.

Y lo acusó de borrarse del equipo cuando hace dos semanas se jugaban la temporada y la tercera plaza ante el Granollers. «Cuando era más necesario era contra el Granollers, cuando nos jugábamos todo, ser terceros por encima del Valladolid, la Champions; él decidió que no estaba para jugar. Según el informe médico ese tobillo estaba exactamente igual cinco días después y era la enésima vez que ocurría eso, que él decidía que no podía jugar, mientras otros han jugado con escafoides rotos o con tendinitis».

Sabe que el futuro será difícil pero está convencido de que el club formará un proyecto deportivo, en el que ya estaba trabajando, para seguir estando en la parte alta de la tabla. «Si no hubiera sido por lo sucedido te digo que el año que viene te pongo dos plantillas competitivas con jugadores diferentes, porque paradójicamente hay muchos jugadores que se quieren ir pero hay también muchos jugadores que quieren venir al Ademar. He recibido muchas llamadas de jugadores ofreciéndose para venir aquí. Se puede hacer un equipo para estar entre los cinco primeros», advirtió.

Y en lo personal su futuro inmediato pasa por volver de nuevo a la Universidad, donde estaba en excedencia, pero tampoco se cierra puertas a volver a entrenar.