El gallo en pie de lucha
El Palacio de los Deportes de León acoge hoy el ‘Corro de los Corros’, al que seguirá la Gala de la Lucha, con reconocimiento a los mejores de la temporada.
El gallo de 2011 quedó en manos de La Ribera, manteniéndose la alternancia en el triunfo.
Palacio de los Deportes en la avenida Ingeniero Sáenz de Miera de la ciudad de León, cinco de la tarde, con entrada libre y gratuita, Palacio de la Lucha.
No es un manido tópico: el Municipal de los Deportes, a cuyo frente pudo hallar su merecido lugar la escultura obra de Ángel Muñiz Alique, ha cobijado, a lo largo de sus cuatro décadas, corros de la mayor grandeza, en todos los sentidos. En la tarde de hoy vuelve a ser éste el mejor espacio posible para el (tampoco mero tópico) «Corro de los corros»: El Montaña-Ribera. Pedro Llamas, «El Polvorilla» de La Cándana, al frente de la selección montañesa. Luis Ignacio Álvarez, «Nacho el de Matadeón», por la ribereña, tras no poder contar en esta ocasión como seleccionador con el que lo ha sido en los últimos años, Fernando Getino, actualmente en tierras lejanas, en Estados Unidos.
Treinta y cuatro luchadores (más reservas) en cada uno de los bandos, integrando, cada uno de ellos, como miembros del equipo que defiende una misma causa, desde pre-benjamines a los grandes campeones de las categorías sénior, algo que tan solo en la lucha leonesa puede disfrutarse, en una competición tan singular. Una causa de honor, la victoria ante la otra comarca, tomando el modelo tradicional de los retos que siguen haciéndose, hoy como en los tiempos remotos, a partir del eterno «¿Hay quién luche?».
Inicio del reto
Alicia Rodríguez, la primera de los de La Ribera (los vigentes campeones) figura en el listado de los convocados como la responsable de lanzar ese reto, al que habrá de responder otra pequeña de gran lucha montañesa, Ángela Lozano. La victoria definitiva estará, probablemente, en manos de uno de los «grandones» de pesados (la última, el gallo del 2011, lo alzó Abel Isaí Cabero), aunque, a veces, la genialidad del Ribera-Montaña llega hasta ese momento final con posibilidades de «sorpresa».
A la par del objetivo de equipo, una oportunidad para el mérito personal, el de aquel luchador (o luchadora) que más rivales venza. En el pabellón Vadinia de Cistierna, hace un año, «El Junco» lograba «el mazapán» derribando a nueve adversarios y recuperando para los de las tierras por debajo de la vía la posición de esperanza, finalmente afirmada, que había quedado previamente en clara desventaja.
La Ribera defiende título en este 2012. En los últimos cinco años los resultados han sido de absoluta alternancia en la victoria. Hasta 2006 se había completado un lustro de poderío montañés, el que tuvieron los ribereños a lo largo de la década de los noventa.
¿Favoritos hoy? La Lucha.
La normativa que rige el desarrollo del corro se mantiene de las anteriores ediciones, con unas mínimas innovaciones, tendentes a limitar los tiempos perdidos entre combates y hacer más ágil ese desarrollo. Y para ganar en atractivo del gran Montaña-Ribera la Concejalía de Deportes ha querido contar con todo el deporte leonés como invitado, al igual que con los centros escolares, y con los elementos de la tradición en los que las tierras y gentes leonesas se identifican.