A la tercera semifinal consecutiva debe ir la vencida

El Real Madrid afrontará ante el Borussia Dortmund la vuelta de su tercera semifinal consecutiva en la Liga de Campeones con una clara desventaja de 4-1. Pese a ese resultado adverso, desde la casa blanca se apuesta por vivir de nuevo una noche mágica en el Santiago Bernabéu, estadio que ha disfrutado de remontadas que parecían imposibles. El equipo quiere conseguir el ansiado pase a la final tras dos eliminaciones crueles en las temporadas 2010-11 y 2011-12. La primera de la dos fue ante el eterno rival, el Barcelona. Era la primera temporada de José Mourinho y su equipo alcanzaba la semifinal convencido de que la victoria ante los azulgrana era posible. Tras un polémico arbitraje del alemán Stark, el Madrid quedaba apeado.

Mucho más dolorosa fue la despedida en la siguiente campaña ante el Bayern de Múnich. El equipo blanco llegaba al Bernabéu tras haber conseguido en el Allianz Arena un resultado que parecía positivo, ya que, pese a la derrota en la ida, los jugadores de Mourinho habían conseguido perforar la meta alemana (2-1). Todo indicaba que los blancos solucionarían la semifinal en casa, pero el encuentro también finalizó con un 2-1, dando paso a la prórroga y a los penaltis. Y volvieron a caer.