MUNDIAl DE BRASIL Los rivales de La Roja
Holanda, contra la nostalgia
El técnico Louis Van Gaal recibe numerosas críticas por traicionar el estilo tradicionalmente ofensivo de la selección y adoptar uno más defensivo .
Los jugadores de la selección holandesa a su llegada a Río de Janeiro.
Holanda se ha cansado de protagonizar bellas historias con final abrupto. Sólo una Eurocopa, la de 1988, figura en un palmarés que considera insuficiente para la revolución a la que ha sometido al deporte rey La ‘naranja mecánica’ y el fútbol total ejercían como un imán irresistible para los amantes del buen juego y los espectadores imparciales. Las derrotas en las finales de 1974 y 1978, a las que llegaron gracias a un estilo de ensueño, quedaron grabadas a fuego en el imaginario colectivo holandés. Ahora, tras el último subcampeonato de 2010, el conjunto de Louis van Gaal parece harto de tanto desengaño.
El primer rival de España en el Mundial de Brasil, sin embargo, ha recibido numerosas críticas en las últimas semanas por lo que se considera una traición a sus principios. Holanda venció a Gales por 2-0 en su último amistoso previo a la cita planetaria. La imagen que mostró, no obstante, distó mucho de su tradicional método alegre, vistoso y atractivo. «A mí me contrataron para ganar partidos», respondió tajante Van Gaal ante el descontento generalizado a sólo unas fechas de enfrentarse a España y reeditar así la última final del Mundial en su debut.
Aficionados, futbolistas, entrenadores, medios de comunicación y leyendas de la selección naranja pusieron en duda el planteamiento del actual entrenador, que apostó por un esquema hermético y con sólo tres jugadores de vocación ofensiva, Sneijder, Robben y Van Persie. «Frente a Gales no, pero frente a España podríamos salir castigados con una actuación como esa», denunció Ronald Koeman. Incluso algunos de los integrantes del combinado nacional mostraron su falta de confianza en el estilo, como la estrella del Bayern, Arjen Robben. «No encontramos atacantes libres adelante», aseguró el futbolista del Bayern.
Mantener el modelo futbolístico es casi una cuestión de estado en Holanda. Y descuidar la revolución liderada por el entrenador Rinus Michels y Johan Cruyff en los 70 está considerada prácticamente una traición en el país de los tulipanes. «Es un pecado capital tirar eso por la ventana después de 40 años», lanzó el antiguo centrocampista Arie Haan.
En la final de Sudáfrica, de hecho, muchos holandeses se avergonzaron del planteamiento mezquino y agresivo que mostró su selección frente a España. Pero la atmósfera quebrada que se respira en el combinado naranja no sólo se explica por el cambio de estilo repentino en su juego, sino por las dudas que ha suscitado el anuncio de que Van Gaal se marchará al Manchester United tras el Mundial. El seleccionador fue el primero en solicitar compromiso a sus jugadores y, de hecho, aseguró que nadie, con independencia de su jerarquía o talento, sería intocable si no estaba centrado. Por eso, el hecho de que el técnico firmara el contrato con la entidad de Old Trafford en su casa del Algarve, muy cerca de donde se concentraba su selección, generó cierta indignación l porque se consideró que el entrenador no aplicó el mismo criterio en su caso.
Problemas físicos
Las lesiones han castigado a Holanda para este Mundial, sobre todo en el centro del campo. Strootman, una de las sensaciones de la Roma, y Van der Vaart, uno de los clásicos de la ‘oranje’, se perderán la cita de Brasil. Pero los aficionados más exigentes no entienden cómo un equipo que cuenta con Sneijder, Robben, Van Persie, Huntelaar y los creativos De Guzmán y Clasie puede renunciar a su ADN.