Diario de León

El Astorga vuelve a la dura realidad

La Arandina hace valer su superioridad para imponerse al equipo maragato y frenar su intento de recuperación.

Víctor Andrés, a la derecha, trata de cortar el avance de un jugador del equipo burgalés.

Víctor Andrés, a la derecha, trata de cortar el avance de un jugador del equipo burgalés.

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A. DIEZ | ARANDA DE DUERO
León

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Victoria cómoda de la Arandina en casa (2-0) ante un Atlético Astorga que trató de igualar fuerzas sobre el campo, pero que adoleció de las buenas sensaciones esgrimidas durante las últimas jornadas. Choque de más a menos en intensidad, pero suficientemente atado por los locales y en el que el tempranero gol de Javilillo pareció doblegar las voluntades maragatas.

Movería ficha Paulino en el segundo tiempo intentando dar la vuelta al luminoso insertando a varios de los nuevos sobre el terreno de juego, pero en un acercamiento casi sin peligro, Ochoa resolvería el encuentro con un zapatazo bestial que alejaba cualquier posibilidad de sumar a los verdes en El Montecillo. Primera parte fría que arrancaba sin dominio sobre el césped de ninguno de los dos conjuntos. Frío en el ambiente, la balanza tardaría en comenzar a decantarse hasta que el Atlético Astorga colgara un balón que significó el primer aviso maragato.

Sacudidos los primeros diez minutos y tras un nuevo intento de acercamiento por parte de los de Paulino (Bandera sacaría un córner y Víctor enviaría de cabeza sobre la Meta de Álex), sería la Arandina de Javier Bermúdez la que pareciera asentarse sobre el terreno de juego. Dominio local expuesto sobre el campo, el primer conato de peligro blanquiazul llegaría entonces desde un costado, el izquierdo, omnipresente durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Mauri recibía un pase largo de Ochoa, que el canario convertía en un centro al que Carlos no llegaba in extremis entrando desde atrás. Tan sólo el impás que ocurría tras un choque entre Romero y el propio Carlos, sorprendería entonces en el primer tercio de partido. El portero necesitaba asistencia desde el banquillo y tras unos instantes de incertidumbre, el jugador que recuperaba la verticalidad. Recuperado el toledano, la Arandina según el paso de los minutos arreciaría la meta del cancerbero leonés con balones colgados desde la lateral. Todo, antes de que una recuperación en presión en terreno rival por parte de Gonzalo, terminara en pies de un Javilillo, que abría el marcador al palo largo de Pulpo Romero, inaugurando el electrónico.

Superada la media hora entonces, y tras una nueva incursión de Ochoa que pudo significar el segundo (el balón salía rozando el palo corto del Astorga), los de Paulino darían un paso hacia adelante ayudados por el repliegue local. Sin embargo, y a pesar de que los verdes parecieron acercarse tímidamente a las inmediaciones de Alex por parte de Puente. Sin éxito, ya que al descanso el luminoso no se movería y con la ventaja mínima por parte ribereña, se llegaba al tiempo de asueto.

Todo igual

Tras el paso por el vestuario, el escenario no cambió en exceso. La Arandina era mejor y, a pesar de que sí pareció reaccionar el cuadro leonés (sobre todo en unos primeros cinco minutos de presión a la salida de la pelota local), los ribereños que terminarían por imponerse de nuevo sobre el maltrecho césped. En gracias a un voluntarioso Ochoa que pareció multiplicarse por momentos y estar siempre en el momento idóneo, en parte por la fortuna que supondría el segundo tanto local cuando más incisivos se mostraban los de Paulino.

Sea como fuere, el Astorga tampoco inquietaría en demasía los dominios de un Alex, que solventó sin apenas apuros los acercamientos visitantes. Tan sólo un balón al que Puente no llegaría por centímetros, o un disparo lejano de Juanpa que se perdía sobre la escuadra derecha de la portería del cancerbero vallisoletano de la Arandina, parecieron resultar en el bagaje maragato.

Por su parte la Arandina antes de la sentencia de Ochoa, corría el minuto 63 cuando el egabrense soltaba un zapatazo al que Romero no podría llegar, ya habría dispuesto de alguna que otra llegada temerosa de peligro. Concretamente en los pies de un Carlos Portero, que resultaría providencial en la tarde dominical. Su balón, a pase de Gonzalo, no encontraría portería por muy poco.

Tras el segundo gol blanquiazul el partido quedaba sentenciado. El Astorga se lanzaba a la desesperada, pero la entrada de Nico en la media punta por Javilillo, hacía a la Arandina recobrar una chispa en tres cuartos de terreno de juego, que a punto estuvo de significar males mayores para el equipo leonés. Pulpo Romero, mejor en la segunda mitad, impediría a los maragatos finalizar el encuentro con un resultado más amplio. Primero al sacar un balón al palo corto a Fran Adeva al poco de ingresar en el terreno de juego. Después, por despejar de forma acrobática un balón atrás engatillado por Pau Franch que muchos a punto estuvieron de cantar como gol. Y tercero, sobre la bocina, al rascar con las yemas de los dedos un disparo cruzado de Ruba que terminaba en córner.

Con el pitido final, los tres puntos que se quedaban en casa y sensaciones contradictorias en el Atlético Astorga de Paulino que, tras solventar la papeleta ante el Celta B veía, ya con los pies en el suelo, que su lucha, será continua de aquí hasta el final de temporada.

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