Diario de León
David Caiado fue el sustituto de Aguza en el ataque de la Deportiva, pero el portugués, como el resto del equipo, estuvo desaparecido en el Tartiere. PEDRO PASCUAL

David Caiado fue el sustituto de Aguza en el ataque de la Deportiva, pero el portugués, como el resto del equipo, estuvo desaparecido en el Tartiere. PEDRO PASCUAL

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álvaro ortega | oviedo

La buena racha de la Ponferradina se terminó ayer en el Carlos Tartiere. El conjunto berciano ofreció su peor versión ante el Real Oviedo, que ganó por un claro y merecido 3-0 a un equipo desdibujado y sin recursos. Y gracias, porque la goleada asturiana pudo ser mayor. Ni un solo tiro a puerta dispararon los pupilos de Fabri, que fueron inferiores en todo momento al cuadro asturiano y que ofrecieron una pobre imagen.

El técnico deportivista tenía que introducir forzosamente cambios en el once inicial debido a las bajas del sancionado Miquel y del lesionado Aguza. En dicha tesitura, Fabri optó por reemplazarlos con Pavón y Caiado, pero nada funcionó en el cuadro berciano, que completó una primera parte muy pobre.

El Real Oviedo fue dueño y señor el partido desde el pitido inicial y tardó apenas tres minutos en dar un gran susto a los visitantes con un disparo de Susaeta que se estrelló en el larguero después de que Dinu tocase el balón levemente. El cancerbero blanquiazul también tuvo que emplearse a fondo poco después para rechazar un remate de Toché. Avisaban los locales, que seguían jugando a placer, aunque parecía que la Ponferradina despertaba en defensa y achicaba espacios.

Pero cuando parecía que los pupilos de Fabri estaban más asentados atrás y pasaban ya menos apuros llegó el 1-0 en una gran jugada de los asturianos al contraataque: Koné conectó con Borja Valle, que pisó área y mandó el balón al segundo palo, donde Susaeta cedió para Toché, que tras un recorte mandó el esférico al fondo de las mallas sin que Dinu pudiese hacer nada.

Tras el gol nada cambió. El Real Oviedo continuó dominando ante una Ponferradina sin ideas, que continuaba agazapada atrás, y que ni siquiera dio muestras de querer salir de su campo. Y pese a la acumulación de efectivos ante su área, los visitantes pasaban serios apuros y el berciano Borja Valle tuvo la oportunidad de ampliar la ventaja ovetense, pero su remate en posición franca se marchó alto.

Las únicas noticias de la Ponferradina en este primer período llegaron tras una falta rechazada por la defensa ovetense. Pavón robó el balón a Toché pero su centro no pudo cabecearlo Berrocal. El corolario al nefasto primer tiempo berciano lo puso el 2-0 que llegaba en el minuto 36 de partido. Susaeta botó un córner desde la derecha y David Fernández, ante la pasividad de su marcador, cabeceó a la red.

Fabri hizo un doble cambio en el descanso, dando entrada a Jonathan y Jebor por Basha y Álvaro Antón, pero la dinámica no cambió y la Ponferradina seguía sin dar señales de vida de cara a la portería rival.

Parecía que el equipo que iba perdiendo era el Real Oviedo, que seguía buscando el gol sin descanso. Dos remates de Toché rozaron los dos postes de la portería defendida por Dinu y Susaeta disparó alto por muy poco tras una gran jugada personal. La Ponferradina, por su parte, no conseguía salir de su campo y sólo asustaba con una falta botada por Casado que se marchó rozando la escuadra y que fue la mejor (y la única) oportunidad berciana de todo el encuentro.

Así las cosas, parecía solo cuestión de tiempo que el Oviedo marcase de nuevo y la puntilla llegó en el minuto 67. Un excelso Susaeta (que dio las tres asistencias) puso el balón en la cabeza de Toché para que el delantero murciano rubricara el 3-0. Y cerca estuvo de llegar el cuarto gol local, que rozaron Toché, Koné y Jon Erice, con un disparo al larguero.

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