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Gareth Bale celebra su segundo gol, ayer contra el Leganés en el Bernabéu. MARISCAL

Gareth Bale celebra su segundo gol, ayer contra el Leganés en el Bernabéu. MARISCAL

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Real Madrid 3 Leganés 0 Dos tantos del galés y uno de Morata, que fue titular, consolidan al conjunto blanco en lo más alto de la tabla a pesar del mal partido de los de Zidane

ROBERTO MORALES | MADRID

Un doblete de Gareth Bale puso el brillo a un Real Madrid sin la constancia deseada por Zinedine Zidane, irregular en su juego ante un Leganés ordenado que se estrenó en el Santiago Bernabéu en un encuentro que cerró Álvaro Morata (3-0) y en el que los de Zidane no encajaron diez partidos después.

Dormido, como si la hora extraña de fútbol matinal en el Santiago Bernabéu le afectase. Estático, ni un desmarque en los tres de arriba entre los que aparecía Morata en su oportunidad ganada a pulso junto a Bale y Cristiano. Parte de culpa tenía el planteamiento de Asier Garitano.

Todo unido provocó que el Real Madrid tan solo llegase en cinco ocasiones a área rival en el primer acto. Lo increíble al descanso fue que se marchase ganando 2-0, ambos de Bale, a un pase con visión de privilegiado de Isco desde la banda izquierda y adelantándose el galés a todos en boca de gol, tras una falta lateral de Kroos y cabezazo de Varane.

Tras la reanudación, los hombres de Zidane liberados de la presión del marcador pusieron más voluntad por agradar. Arrancaron jugando con un punto mayor de velocidad y lo aprovechó Bale para hacerse lucir a Serantes en dos paradas. La primera al disparo cruzado en carrera del galés y segundos después respondiendo con reflejos a un cabezazo.

Al Leganés le faltaban argumentos para protagonizar una reacción. Defendió bien y busco la velocidad de Szymanowski para intentar marcar el tanto del honor al contragolpe. En una acción que pilló a la defensa blanca, chutó cuando le encimaba Carvajal para que Keylor se luciese el primer día que dejó su portería a cero en la temporada.

En área visitante todos los remates eran de Bale, con Cristiano en una línea de irregularidad inédita, sin presencia en el juego y con pocas acciones de remate que no fuesen a balón parado. Aún así, generoso para dejar una falta a James, consciente del duro momento que atraviesa su compañero.

Reapareció Modric, vital para el juego madridista, y Morata cerró con un buen gol un derbi madrileño de estreno en la elite, añadiendo un argumento más a su favor en el pulso con Benzema. Su desmarque encontró el pase de James al espacio y lo resolvió con gran definición, con un derechazo al lado donde no esperaba Serantes para mantener en el liderato al Real Madrid y abrir hueco con el Atlético.

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