Se acabaron las distracciones

asier orube | irún

No pudo la Ponferradina pasar a las semifinales de la Copa Federación tras caer ayer derrotada en el campo del Real Unión de Irún. Tras el 0-0 de la ida, la eliminatoria llegaba muy abierta al Stadium Gal, pero ayer los locales, en su feudo, fueron mejores que el cuadro berciano. Y es que la Ponferradina dominó y tuvo alguna ocasión en los primeros diez minutos de partido, pero una jugada mal defendida y una acción de mala fortuna en el lanzamiento de un córner en el minuto 15 les dejaban con 2-0 en el luminoso.

A partir de ahí, los de Pedro Munitis se diluyeron, aunque recuperaron el control en los diez minutos finales de la primera mitad y durante toda la segunda parte. Un dominio, sin embargo, completamente estéril, ya que los blanquiazules no fueron capaces de generar ninguna ocasión clara de peligro en toda la segunda parte.

Saltó la Ponferradina muy enchufada al terreno de juego, jugando con las líneas muy adelantadas y haciéndose desde el pitido inicial con el dominio del encuentro. Tanto es así que a los siete minutos de juego los bercianos disfrutaban ya de una gran ocasión para haber inaugurado el marcador en un potente disparo de Caiado desde fuera del área que obligaba a lucirse a Otaño.

Pero cuando parecía que los blanquiazules lo tenían todo bajo control, en el minuto 11 llegaba el primer mazazo: Rodellar robaba un balón al borde del área y disparaba sin pensárselo dos veces. Conseguía Olmedo despejar su disparo, pero la defensa berciana, algo dormida, no consigue evitar que Capelete se haga con la pelota y, esta vez sí, fusile a la red.

Con el 1-0 en el marcador los locales se crecieron y presionaron mas en busca de la portería de una Ponferradina que cuatro minutos mas tarde veía cómo la mala suerte se cebaba con ellos en un lanzamiento de córner que ejecutaba Capelete. El balón golpeaba directamente en el cuerpo deGoldar, con tan mala fortuna que despistaba a Olmedo y se colaba en la portería, estableciendo el 2-0.

Esas dos jugadas hicieron mucho daño a la Ponferradina, que a partir de ahí desapareció por completo del terreno de juego. Los bercianos dieron un paso atrás de gigante, agazapados y timoratos, y cedieron el control total a un Real Unión que, sin haber hecho demasiado había tenido un gran premio. Los irundarras, eso sí, manejaron el encuentro a su antojo y aún pudieron firmar el tercero en una ocasión clarisima de Mujika que Olmedo consigue desviar a córner in extremis.

La segunda parte tuvo poca historia. La Ponferradina salió con la intención de marcar para intentar meterse en la eliminatoria, pero el Real Unión controlaba los tempos del encuentro, cerrando bien los espacios. Mientras, los visitantes apenas generaron peligro y Otaño casi no tuvo que intervenir en esta segunda mitad.

Así, los segundos cuarenta y cinco minutos sobraron y resultaron algo aburridos para el respetable, que no disfrutó de una sola ocasión de verdadero peligro mientras los minutos transcurrían sin demasiada emoción. Solo en la recta final se animó un poco la contienda, pero lo único reseñable fue la expulsión de Núñez por insultar a un rival cuando el partido ya casi había concluido.