El verdadero valor del rugby

álex estébanez | ponferrada

Mientras Inglaterra se preparaba el sábado para ganar su segundo VI Naciones consecutivo, centenares de niños y niñas de entre cuatro y diez años se daban cita en el estadio Colomán Trabado de Ponferrada para participar en la séptima Concentración de Escuelas de Rugby de Castilla y León, organizada por Bierzo Rugby en colaboración con el consistorio de la capital berciana y la federación regional.

Más de 300 chavales de las canteras de El Salvador, VRAC, Arroyo, Palencia, Salamanca, León y el propio equipo berciano, que durante toda la mañana hicieron las delicias del numeroso público asistente en una mañana que amenazaba lluvia pero terminó regalando sol y, sobre todo, rugby del bueno por parte de los más pequeños.

A pesar de seguir siendo un deporte casi desconocido por el gran público, en las categorías inferiores cada vez son más niños los que se interesan por el rugby, dejando a un lado los prejuicios para descubrir, tanto ellos como sus padres, un lugar donde no sólo se practica deporte, sino también deportividad, con todo lo que ello conlleva.

Así, aunque evidentemente todavía está lejos de las canteras de equipos como El Salvador o el VRAC vallisoletanos, Bierzo Rugby ya maneja cerca de un centenar de fichas en la escuela municipal, una cifra casi impensable cuando se comenzó a trabajar hace unos años con un redudido grupo de chavales.

Eventos como el del sábado demuestran que el rugby puede tener un lugar mejor en el panorama deportivo sin necesidad de irse a las gestas de las grandes selecciones. Basta con mirar a la base para ilusionarse con lo que puede deparar el futuro.

El rugby sigue ganando adeptos, especialmente en las categorías de formación. L. DE LA MATA