Diario de León

fútbol. segunda división

Dos puntos de doce posibles

Dos empates en los últimos cuatro partidos son la prueba del algodón de que el centro de la defensa de la Cultural no va El equipo adolece de seguridad atrás.

Mario Ortiz, Yeray González, Josep Señé e Iván González muestran su rostro agrio tras encajar el primer gol ante el Sporting. MARCIANO PÉREZ

Mario Ortiz, Yeray González, Josep Señé e Iván González muestran su rostro agrio tras encajar el primer gol ante el Sporting. MARCIANO PÉREZ

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ÁNGEL FRAGUAS | LEÓN

Rubén de la Barrera ha dejado muy claro desde que comenzó la presente temporada de la Cultural y Deportiva Leonesa en Segunda División que el trabajo de su equipo en el campo no se ha visto recompensado con mejores resultados, porque la imagen del bloque leonés no se ha correspondido en varios choques con el tanteador final.

El entrenador culturalista sigue ilusionando con sus planteamientos en el campo a una grada que hacía mucho tiempo que no veía a un equipo tan entregado con la camiseta que porta. Todo caminaba y, pese a los últimos resultados, camina por la buena senda. Si embargo, los últimos cuatro encuentros han puesto los pies en el suelo a la parroquia blanca como consecuencia de haber cosechado dos puntos sobre doce posibles. Los últimos cuatro partidos han dejado muy patente que el equipo adolece de seguridad en la parte de atrás, sobre todo en el centro de la defensa, con hombres expertos en mil batallas que han cometido errores puntuales, pese a su buen rendimiento general, que han penalizado con más puntos de la cuenta al cuadro culturalista. Además, cuando dicha línea es la que precisamente tendría que ser la zona en la que un conjunto tiene que estar más asentado, sobre todo en una categoría como la Segunda División. Si el bloque leonés no cierra su defensa por el centro asomarán problemas en breve en la clasificación. Pasó ante el Rayo en Vallecas (3-1). Se solventó en el mejor partido defensivo en el Reino de León ante la UD Almería (0-0). Después, ante el Reus (1-1) como rival, los errores retornaron en el gol del conjunto catalán que abrió el marcador. Y finalmente, frente al Sporting de Gijón se reprodujeron.

De la Barrera conoce a la plantilla. Nadie le engaña. De él depende lo que es mejor para el equipo, porque al fin y al cabo si los resultados no ruedan, él va a ser el principal culpable, pese a su indudable y demostrada capacidad, que antes o después le llevaron a dirigir en Primera División. Seguro. Dos puntos sobre 12 posibles son la prueba del algodón de que el centro de la defensa no va. Se reabre el debate.

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