Diario de León

FÚTBOL. SEGUNDA DIVISIÓN B

Andy acaba con el maleficio

Toledo 1 SD Ponferradina 2. Un gol del centrocampista andaluz en tiempo añadido otorga a la Deportiva su primera victoria fuera de casa después de casi un año de sequía.

Andy, con el número cinco a la espalda, celebra puño en alto el gol de la victoria de la Deportiva ante el Toledo, logrado en el tiempo añadido. LOF

Andy, con el número cinco a la espalda, celebra puño en alto el gol de la victoria de la Deportiva ante el Toledo, logrado en el tiempo añadido. LOF

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ángel ortega | toledo

Segunda victoria consecutiva de una Deportiva que comienza a ver luz al final del túnel (1-2). Esta vez, Andy se erigió en héroe de los bercianos anotando el tanto del triunfo blanquiazul cuando el partido ya se encontraba en el tiempo añadido. Antes, el local Canario había sido expulsado antes de la primera media hora del partido, pero tuvo que empujar el equipo de Terrazas hasta el final para llevarse el gato al agua después de que Sergio García igualara el tanto inicial de Pallarés mediada la segunda mitad.

Ni Toledo ni Deportiva consiguieron hacerse con el control del partido en el primer acto del choque. Y eso que quiso la pelota el equipo de Onésimo en los primeros minutos de juego. Los jugadores bercianos, sin embargo, impidieron que se hiciera con ella. Un disparo de Isi sobre la portería de Alcolea fue el primer aviso serio de la Deportiva; toda una declaración de intenciones. El cuadro de Carlos Terrazas no había venido al Salto del Caballo a encerrarse y lo demostró ejerciendo una medida presión sobre la salida de balón del Toledo, inoperante en el arranque.

El paso de los minutos, no obstante, favoreció a los intereses del Toledo, que a medida que fue entrando en calor comenzó a llevar peligro sobre la portería de Dinu. Canario puso a prueba al meta desde su propio campo. Lo vio ligeramente adelantado y soltó un zapatazo que, ayudado por el viento, a punto estuvo de sacar los colores al meta, pero éste reaccionó mandando el balón a córner.

Mediada la primera parte se produciría la jugada que, a la postre, marcó el encuentro. Canario cometió una falta al borde del área y el colegiado le enseñó la segunda cartulina amarilla. La primera la había visto minutos antes por protestar y se vio obligado a abandonar el terreno de juego entre las protestas locales, que acabaron con Onésimo también expulsado y el público mostrando su indignación ante la actuación arbitral.

De esa falta, además, nació el 0-1 de la Deportiva, obra de Pallarés con un cabezazo en el interior del área pequeña. La broma le había costado caro al Toledo: roja y gol en contra.

No supo, sin embargo, la Deportiva sacar partido de su superioridad numérica y pudo el Toledo, incluso, igualar la contienda al filo del descanso en un lanzamiento de falta de Tomás desde la frontal que no encontró la red de milagro, con lo que se llegó al final de la primera parte con ventaja para los visitantes y dudas en los locales.

Tras el paso por vestuarios la Deportiva salió a todo trapo y pudo sentenciar el encuentro por mediación de Menudo, que recorrió veinte metros sin que nadie le saliera al paso, pero su remate se marchó desviado. Minutos después fue Yuri quien, en boca de gol, no consiguió superar a Alcolea. La mejor ocasión en esta segunda parte fue, de nuevo, para Pallarés, que estrelló un remate en el poste. El rechace posterior cayó a los pies de Isi, que no pudo reaccionar y envió el balón fuera a portería vacía.

Parecía gafada la Deportiva, incapaz de aprovechar alguna de las múltiples contras que le concedía el Toledo, que estaba volcado al ataque en busca del tanto del empate. Tanta insistencia valió su recompensa y en el minuto 74 Sergio García cabeceaba al fondo de la red un balón muerto dentro del área, haciendo aparecer los fantasmas en las cabezas de los jugadores blanquiazules, que veían cómo se les escapaba otro partido fuera de casa.

Parecía que el empate era ya inamovible, porque el Toledo puso el autobús atrás tras el 1-1 para proteger el botín rescatado. Pero cuando el partido ya agonizaba, Andy recogía un rechace defectuoso del portero del Toledo en una falta lateral y lo mandaba al fondo de la red con un disparo raso y seco que hacía justicia y ponía fin a casi un año sin victorias lejos de El Toralín.

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