Difícil e importante

Con autoridad, buena defensa y mejor contragolpe, Caja España Ademar solventó su tercer partido liguero. En Cangas de Morrazo, frente a un equipo correoso, pugnaz que hubo de rendirse a la velocidad y olfato goleador de Juanín, al acierto de Kjelling que recobró su idilio con el gol. Una buena defensa y un Kasper en santo protector. Total, nueve goles de diferencia que lo dicen todo. Ahora espera el Valladolid. Un partido tan difícil como importante, un examen que es preciso pasar incluso con nota. Porque los partidos de rivalidad, quiérase o no, suelen dejar huella. La temporada está en su inicio y la suma de una nueva victoria, que añadir a las tres precedentes, confirmarían a los ademaristas como aspirantes calificados, a la altura de Barcelona, Portland y Ciudad Real. Por cierto que pamplonicas y manchegos ya han sufrido sendos tropezones; porque en la última jornada, la jugada del miércoles, sorprendentemente el Portland cedió un empate en su cancha ante el Cantabria, equipo que, siguiendo la línea ascendente marcada por sus rectores, sin prisas pero sin pausas, en busca de estar en la cima, ha conseguido reunir una plantilla que va a poner más de una piedra en el camino. En Pamplona dominó buena parte del encuentro y al final falló un penalty que le hubiera dado la victoria, convirtiendo la sorpresa en sorpresón. Con este panorama, nublado o diáfano, pero indudablemente alertador para los despistados, propicios a dormirse en los laureles, llega el Valladolid, con el cubano Fis -cedido por el Ciudad Real- como novedad máxima en sus filas, un goleador nato aunque en el último partido tuviera el brazo encogido. Recordar que en la pretemporada los vallisoletanos vencieron en partido amistoso, no es para preocupar o inducir a dubitaciones, sencillamente puede ser el clásico, «Aviso para navegantes», que suele ponerse en tableros de Cofradía de Pescadores y Clubs Náuticos». Sin nervios, pero con la tensión máxima para que no pueda colarse, por la más mínima rendija de distracción, la relativa sorpresa. Algunos dirán que el partido llega pronto. NO tanto, porque aunque los equipos no estén en el cénit de su forma, sí se encuentran ya suficientemente rodados para definir sus cualidades y calidades que darán o quitarán en definitiva, al final de la larga recta de la temporada, títulos y clasificaciones. Nueva ocasión para mostrar y demostrar que León tiene la mayor y mejor afición del planeta balonmanista. En número, entrega, apoyo a su equipo. Si a ello se añaden las notas importantes de deportividad y consideración para los visitantes, miel sobre hojuelas.