Equilibrio en errores
En casi cualquier contexto de partido en el que un equipo consiga un empate jugando la mitad de un encuentro con un hombre menos se consideraría algo positivo y valioso. No es el caso del punto de ayer obtenido por la Cultural, de nuevo el equipo evidenció dudas sobre como desarrolla una idea de juego, numerosos errores defensivos graves, y sobre todo una sensación de inferioridad que sólo se vio aflojada por un momento en otro error clamoroso del Zamora.
El encuentro tuvo un inicio con ritmo de juego bajo por parte de ambos, el plan de partido era similar sin balón. La Cultural salió con una estructura inicial 1-4-1-4-1 con el que se situaba en bloque medio bajo cuando la posesión del balón la tenía el Zamora. Se mostraba relativamente cómodo el equipo leonés en esta tarea, ya que los zamoranos abusaban de los pases de seguridad sin prácticamente intentos en batir líneas interiores. Con balón la indefinición de ideas volvió a ser palpable, muchas dudas en los inicios de juego que costaron más de una pérdida y transición como la de Luque. Lo positivo fue la aparición de Ander Vitoria cuando el equipo no encontraba salidas de balón limpias, para recoger balones de espalda y poder realizar alguna descarga en un intento claro de que el equipo saliese de campo propio con balón. Cuando el equipo se quedó con un jugador menos la propuesta con balón quedó reducida casi a nula, y únicamente encontró en los balones directos sin dirección la búsqueda del error rival que apareció en el gol de Percan, el leonés estuvo muy rápido y hábil ante el clamoroso fallo de entendimiento defensivo en balón directo de Cordero y Mapisa.
Más allá de esta acción el partido fue un continuo sufrimiento y agonía defensiva. El equipo estuvo muy hundido zonalmente tanto antes, como sobre todo después de la expulsión. No hubo enfoque alternativo ante esta situación adversa y no pudieron ser de otra forma los dos goles del Zamora que de centro lateral. Tanto el primer gol que abría el encuentro en segunda jugada proveniente de falta lateral, como en el segundo, la acción previa se construía a través de un intento de centro y remate desde fuera. Aun así pudieron ser más, de ahí lo bueno y casi milagroso que resultó el punto.