El Decano reescribe su historia

Miles de onubenses celebraron durante toda la noche la histórica clasificación del Recreativo para su primera final de la Copa del Rey tras eliminar a Osasuna. Los más valientes desafiaron a la fresca temperatura y fueron fieles a la costumbre tradicional de bañarse en la conocida «fuente del triunfo». Los alborozados hinchas recreativistas hicieron que la capital colombina uniese durante algunas horas el carnaval con el fútbol. En realidad, la fiesta ya había comenzado el miércoles por la tarde, antes incluso de jugarse el partido de El Sadar. Más de 5.000 personas se congregaron en la céntrica Plaza de las Monjas, muchas de ellas con el característico disfraz del «entierro del choco», para seguir el partido en una pantalla gigante y recibir los goles de Xisco y Benítez a ritmo de palmas y coplas carnavaleras. No se recordaba algo parecido en Huelva desde las celebraciones por el último ascenso del Decano a Primera, después de 25 años alejado de la elite. 113 años de existencia No es para menos. Después de 113 años de existencia, el Recreativo accedía a la final y acariciaba Europa. Un éxito que los propios jugadores festejaron en el autobús que les condujo desde Pamplona a Bilbao, donde pasaron la noche. Cuentan que el más animado de todos fue Raúl Molina, quien se arrancó con diversos cánticos. Un delantero del Recre, procedente del Atlético B, que no podrá ver cumplido su sueño de jugar la final del 28 de junio en el Calderón, ya que el feudo colchonero acogerá la víspera un concierto de los Rolling Stones. Mestalla, el Bernabéu, Montjuic y el Camp Nou son los estadios candidatos a albergar la final.