Más vale olvidar y pasar página

TODAS LAS jornadas no son iguales y hay algunas que merecen no levantarse uno ni de la cama. Lo importante es saber aceptarlas y digerirlas pues sino los atragantones pueden costar más de una indigestión. El último fin de semana de marzo no pasará precisamente para los clubes leoneses por recordarse como uno de los más felices, sino todo lo contrario, uno de los peores de la temporada. Dos puntos en cinco encuentros fue todo el bagaje. La Cultural B supo sacar algo positivo en tierras pucelanas que le permiten ir sumando poco a poco para continuar escalando posiciones clasificatorias. Esta última parte de la temporada debe servir para que estos jóvenes jugadores demuestren, ya sin ningún tipo de presión, sus dotes futbolísticas y ratifiquen su credibilidad en la categoría. Su entrenador Eduardo Álvarez deberá empezar a conformar un bloque viendo las necesidades existentes y pensando en la próxima campaña. Un conjunto dependiente como es éste debe formar jugadores para en un momento determinado subir al equipo matriz, pero para eso tiene que disponer de los mejores futbolistas de la provincia. Un club que quiere tener una estructura profesional debe preocuparse y trabajar por ello, aprovechando la labor de sus técnicos en todas sus funciones, porque para lo contrario, doctores tiene... La Bañeza mantiene su camino de hormiguita y es que punto es punto. Todo lo que sea sumar es positivo y más cuando se está en una situación cómoda en la tabla y en tierra de nadie. Esto será uno de los factores contra los que tendrán que luchar técnico y jugadores para volver a encontrar la motivación necesaria de afrontar los encuentros que restan, pues la rutina y la apatía suelen ser malas cualidades y peores compañeras de viaje. El Promesas Ponferrada continúa jugando al gato y al ratón y es que no cumplir con los deberes en casa puede traer consecuencias funestas. Cuando más cerca estaban las cuatro primeras posiciones dos derrotas consecutivas vuelven a situar al equipo en una situación difícil y con la alarma encendida. Esta temporada está siendo muy dura y lo que se podía esperar con los refuerzos traídos a mitad de la misma está lejos de cumplirse. El momento para cometer errores no es el más oportuno y más cuando se arrastra un lastre de jornadas anteriores en cuanto a puntos se refiere. Las distancias todavía no son insalvables pero sí, cuando menos, preocupantes. La Hullera no supo mantener su racha positiva y nada pudo hacer ante un rival ya de por sí superior y que se encontró con un hombre menos nada más saltar al campo. En 90 minutos son muchos los factores que intervienen, y esta vez el equipo leonés los tuvo todos en contra. Saber superar este tipo de situaciones es la asignatura pendiente del club de Ciñera. El Atlético Bembibre sigue sin salir de las plazas de descenso y la consecución de triunfos es más que necesaria para salir del pozo. A partir de ahora su esfuerzo debe llegar al límite porque de nada vale las excusas y lamentaciones si se quiere salvar la categoría. Al final, tiempo habrá para realizar un examen de todo lo ocurrido.