El Liverpool resiste las oleadas del Chelsea en otra lección de Benítez (0-0)

El Liverpool de Rafa Benítez sacó un empate sin goles del campo del Chelsea, poco lucido, pero esperanzador para un equipo que había perdido todos sus enfrentamientos ante su rival esta temporada y que, sin poder rematador, puso su mayor interés en mantener su portería imbatida. Después de tres derrotas (dos en Liga y otra en la final de la Copa de la Liga), el Liverpool se sintió aliviado por lograr el empate que buscó durante gran parte del encuentro, pero la igualada no le asegura un cómodo partido de vuelta, en el que no contará con su creador de juego, el español Xabi Alonso. El entramado táctico del Liverpool evitó que el Chelsea se fuera con ventaja para el encuentro de Anfield de la semana que viene. Una vez más, Rafa Benítez demostró que es un auténtico ratón de biblioteca en temas futbolísticos. Analizó cada detalle del Chelsea, y sus jugadores aplicaron los conocimientos de su entrenador. Los reds supieron parar al archimillonario Chelsea, atacando en donde más les duele: la estática de sus contrarios. La defensa de los bleus tiene dos centrales maravillosos como Carvalho y Tery, pero dos laterales que dejan huecos por todos los lados. Además, mantienen la línea como un dogma. Eso lo aprovechó el Liverpool. Xabi Alonso tenía la misión de dar balones y más balones a las bandas, para que Riise y Luis García se encargarán del desborde. El noruego se aplicó con nota, gracias a los pases del tolosarra. Alonso pasa, Riise dispara. Lastima de pierna derecha del de Molde. Riise demostró, después de hacer un maravilloso eslalom, que esa extremidad la tiene sólo de apoyo. Y cuando Ceh paró un cabezazo a Baros, el Liverpool se diluyó. Perdió el balón y se puso nervioso. Su mal endémico de esta temporada, la falta de gol, volvió a las mentes de los jugadores de Benítez. Las ocasiones se perdieron y los nervios afloraron. Agobio londinense Y el Chelsea, como los leones, olió sangre. Sin perder su idiosincrasia (velocidad y colocación), los londinenses comenzaron a agobiar. El Liverpool palideció. Comenzó a coger el mismo color que en la ronda anterior frente al Juventus, cuando en Turín se convirtió en un frontón sin fisuras. Pero ni el pánico que suscita la calidad del Chelsea ni el estirón último de filas de los reds pudieron variar el marcador. Además, con la pega añadida para el Liverpool de que Xabi Alonso no jugará la vuelta por acumulación de tarjetas. Más problemas para todo un fontanero de los banquillos, como ya ha demostrado Rafa Benítez.