León se exhibe en una lección de rigor para destrozar a todo un CAI

León ya está en semifinales. Un hito histórico para el equipo. Un 3-0 que prueba la solidez de un bloque que volvió a ganar la partida en lo táctico y en la cabeza para dejar a Alfred Julbe al borde del abismo. De entrada, el CAI repitió su quinteto habitual mientras León optó por incluir a Panadero y Dani García junto a los estadounidenses y Pedro. El equipo leonés marcó un 0-10 de inicio que obligó a Julbe a parar el partido en apenas dos minutos, porque su opción por el lanzamiento exterior hacía aguas frente a los recursos defensivos de Jareño. León reboteaba y corría con Dani García en racha desde la línea de tres y Barnes aplicando un par de tapones a Scott para animar su duelo particular. Pero la grada despertó y empezó a apretar a los árbitros, lo que despertó por fin al CAI que sumó un parcial de 0-6 para meterse en partido. León intentó recuperar el ritmo con Larragán pero la defensa local había ganado muchos enteros y el partido se convirtió en un sucesivo intercambio de canastas que continuó en el segundo cuarto, hasta que León erró primero y Pozzecco redondeó con un triple un parcial de 7-0 que puso al CAI por delante por vez primera (27-25). León optó por mover el banquillo por el elevado ritmo del partido y Julbe sacó a Galilea para dar descanso a Pozzecco, de nuevo gran protagonista. El equipo leonés se había atascado en anotación y eso permitió a CAI (34-27) irse hasta de siete puntos pero cuando Rivero y Larragán pisaron juntos la pista exhibieron su capacidad de anotación para ponerse arriba (36-37), gracias a una zona que se atragantó al rival, aunque con un último esfuerzo se fue cuatro arriba al vestuario (41-37). Tras el parón León recuperó poderío anotador e igualó el resultado aunque con un leve iniciativa local hasta que llegó una antideportiva a Panadero cuestionada por el banquillo visitante en el ecuador del cuarto que dio alas a los maños (61-55). Como el play off estaba caliente Pozzecco agredió a Méndez y acabó fuera con una descalificante lo que generó lanzamiento de objetos y gritos de fuera, fuera a falta de dos minutos y medio para el final del tercer periodo, lo que obligó a parar el minuto hasta que un llamamiento a la calma por la megafonía permitió la reanudación. Con tres arriba para León la grada empujo hasta límites insospechados y Jareño buscó el control jugando con los dos bases en la pista. En el periodo definitivo el CAI se puso arriba (71-70) y León paró el partido para reordenar las ideas, pero los maños se la jugaron a calentar la grada, pero los árbitros perdonaron técnicas a las airadas protestas de Galilea a los gestos de Ezugwu recomendando gafas a un colegiado. Y en lo deportivo la zona leonesa le devolvía la iniciativa (73-80) porque por fuera nadie lanzaba bien y por dentro Barnes y Dani eran los amos. Pero Dani se fue prematuramente con una quinta señalaba en un bloqueo a falta de 3:21 y León se quedó con lo puesto bajo el aro. El CAI apretó en defensa y Jareño volvió a jugar con doble base, al igual que Julbe que hizo debutar al base estadounidense Fisher. Con balón para León y 76-80 se jugó el último minuto y medio. Y a Barnes no le tembló la mano para subir la renta a seis. La Peña El Tambor se había hecho la dueña de los ecos del pabellón maño, que había enmudecido. Nervios de acero y control para incluso maquillar el resultado final, porque en medio de diez mil aficionados zaragozanos sonó el Paquito cholatero de El Tambor. Hubo más lanzamiento de objetos pero también gestos deportivos como el de Pozzecco al acudir dar la enhorabuena a la plantilla de León, que fue hasta al banquillo maño.