La penúltima lección que llega de la grada

Es sin duda lo mejor que quedará de esta primera experiencia de la Deportiva en Segunda División. La sensacional respuesta que ha tributado la afición berciana hacia sus colores merecía un final distinto al que se va a vivir. Aún así, sólo una afición como la blanquiazul podría convertir un hecho siempre lamentable como lo es un descenso de categoría, en una fiesta sin paliativos. Al grito de «volveremos» piensan recibir a sus jugadores esta tarde, como dando a entender que no les abandandonarán la próxima campaña en Segunda División B y que tienen intención de empujar más que nunca para luchar por otra tarde mágica como aquella del Rico Pérez, escenario donde juega precisamente su rival de hoy. Pero con ser emotiva la fecha para la historia de la Ponferradina, los incondicionales bercianos todavía volverán a estar presentes en la auténtica despedida de la categoría que tendrá lugar en Mendizorroza el próximo sábado. Será un partido sin trascendencia después de que ayer los vitorianos ganaran en Lorca y enviaran al Castilla a Segunda B. Pero allí estará otra vez el público berciano, como lo hizo durante todo el año al año, al lado de los suyos.