Bojan mete a España en una final que se perderá por sanción

España derrotó (2-1) al bicampeón mundial Ghana gracias a un gol de Bojan a cuatro minutos del final de la prórroga y se clasificó para la final del Mundial sub-17 de fútbol, este miércoles en Ulsan, donde la fiesta no fue completa porque el astro del Barcelona fue expulsado y se perderá el choque decisivo. Daniel Aquino (67), el hijo del Toro que brilló en el Murcia y en el Betis, había abierto la cuenta para el monarca europeo y Sadick Adams envió el partido a la prolongación con su empate provisional. El sabor de venganza de la derrota sufrida en la final de Italia-1991 contra los africanos se borró enseguida con la noticia fatal para los ibéricos en el último instante: la expulsión, en la última jugada del partido, de su estrella del Barça, que pasó de héroe a villano en menos de cuatro minutos. España, que llega por tercera vez a la final de un Mundial de la categoría, donde nunca pudo imponerse, la última en Finlandia-2003, consiguió su primera victoria contra Ghana en Mundiales sub-17, tras cinco enfrentamientos con dos derrotas y dos empates. La caída más dolorosa fue 1-0 en la final de Italia-1991. Alemania o Nigeria, el rival En el choque por el título, a disputarse el domingo en Seúl, el equipo de Juan Santisteban se enfrentará al ganador de la segunda semifinal del torneo, que disputarán hoy Alemania y Nigeria, finalistas de la primera edición mundialista en China-1985. «La alegría es muy grande, es la primera vez que le puedo ganar a Ghana, por lo tanto me siento contento. Sin embargo, la victoria se empaña por la expulsión de Bojan», sostuvo el seleccionador Santisteban, ansioso de poder jubilarse como campeón. Este miércoles, el gran protagonista del partido fue el artillero Bojan Krkic, que en menos de cuatro minutos hizo reír y llorar a toda España. Primero llegó la gran satisfacción, con un disparo raso desde el corazón del área grande, tras un saque de falta de Mérida que engañó a toda la defensa africana. Faltaban apenas tres minutos y el billete para la final en el bolsillo. Ghana iba en busca del empate con lo poco que le quedaba, sobre todo con pelotazos largos para sus forzudos delanteros Adams y Osei, ya prácticamente agotados y frustrados. Casi en la última acción del partido, Bojan peleó un balón en el mediocampo y le pitaron infracción. Cuando el defensa ghanés intentó lanzar la falta, el chico de padre serbio se interpuso, se manoteó con su rival y el árbitro brasileño Salvio Fagundes, muy purista, le mostró la segunda amarilla. El torneo, tal vez, se quedó sin su mejor jugador, que este miércoles marcó su quinta diana, pero ya no podrá disputarle la Bota de Oro al nigeriano Macauley Chrisantus, con seis y dos partidos menos. Santisteban deberá conformarse con que al menos llevó a España a su tercera final en siete torneos, con revancha personal incluida sobre los ghaneses. Y con que dejará el cargo a lo grande, en una final, como se lo merece una leyenda viviente de esta categoría.