Primera derrota y adiós al liderato

Cayó la Cultural Leonesa en Irún, descabalgada del liderato por esta primer derrota, pero como dijo en su día Juanma Lillo, con partidos así hay «permiso para perder». Los dos equipos jugaron un partido intenso, digno entre dos de los favoritos para el ascenso final, y donde el acierto irundarra ante puerta en el arranque del segundo periodo resultó vital. Aún así, la Cultural jamás bajó la guardia y a punto estuvo de llevarse un empate. Fue un verdadero partidazo en toda regla, donde lo único negativo para los leoneses fue el resultado final (2-1). La primera parte resultó muy peleada en la parcela del centro del campo. El Real Unión de Irún llevaba el dominio territorial del encuentro, una primera parte donde dos grandes equipos del grupo primero se han respetado en demasía. Sabedores del poderío los unos de los otros (de hecho, ambos llegaban con cero goles en contra en el casillero), los dos equipos quisieron jugar pero sin descuidar nunca la vertiente defensiva del juego. Ello dio como resultado un encuentro muy táctico, donde la pelea principal se desarrollaba en la parcela central del terreno. Por ser el propietario del terreno, el equipo fronterizo presentaba algo más de ambición con jugadores como Quero o Juan Domínguez, bien vigilados por la zaga culturalista. El juego transcurría sin que las dos porterías pasaran por grandes sobresaltos, pero mediado este primer acto llegaron unos minutos de mayor fluidez atacante en los dos bandos, y fue cuando estuvo más cerca de saltar por los aires el empate a cero inicial. A los 26 minutos, inmejorable oportunidad de los guipuzcoanos cuando Iván Otero cometía un penalti inexistente sobre el mediocentro Abasolo. Lo tiraba Goikoetxea pero el meta culturalista Bermúdez, perfecto aguantando el tiro y en los reflejos, despejaba la pelota ante la euforia de los pocos seguidores de la Cultural en Irún. El segundo periodo fue más entretenido y emocionante, con goles, tensión y espectáculo entre dos conjunto que jugaron sin concesiones. No pareció un partido de septiembre, sino que más parecía de marzo o abril, con dos bloques jugando bien, engrasados y desarrollando buen fútbol. La suerte se alió con los locales y el Real Unión pudo abrir la lata en un golazo de Goikoetxea. El partido se animó con el gol y con los cambios efectuados. La Cultural se hizo con el control del juego y con el centro del campo y se fue hacia arriba con todo, pero el Real Unión buscando las contras casi sentenció el encuentro con el gol de Juan Domínguez. Pero no había dicho su última palabra el equipo de Cervera. Recortó la Cultural su desventaja en un claro penalti convertido por Mateo y acorraló al equipo local en busca de un empate que no llegó.