Los acreedores ven futuro en Abengoa al lograr el crédito de 113 millones

Abengoa tiene futuro, aunque costará mucho esfuerzo y tiempo enderezar el negocio de la compañía de origen sevillano. El beneplácito a la línea urgente de liquidez que ayer acordó la banca acreedora supone un paso importante aunque muy incipiente para despejar el horizonte, tal y como reconocen fuentes cercanas a la negociación.

Si los comités de riesgo de las entidades, cuyas exigencias se han endurecido a raíz de la crisis a la hora de conceder un crédito, han aceptado este acuerdo es porque hay posibilidades de que el negocio siga adelante, explican estas mismas fuentes. De no haber sido así, la multinacional se encontraría ante su liquidación definitiva. Pero finalmente ha conseguido los 113 millones que precisaba para completar el pago de las nóminas de sus empleados, el abono de los recibos más inminentes y varios compromisos con parte de los proveedores.

Aunque la rúbrica del G7 —Santander, CaixaBank, Bankia, Popular, Sabadell, Société Générale y HSBC— no se formalizará finalmente hasta este jueves, la unanimidad finalmente se impuso entre todas las entidades, otra condición necesaria para evitar que las conversaciones encallaran. Al final, dotarán de una línea adicional de liquidez de 106 millones. De esa partida, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) aportará 8,7 millones, aproximadamente un 8% del total. Además, los bancos se valdrán de otros siete millones que liberarán de una cuenta de la que no se había dispuesto hasta ahora. Se trata de un montante que la banca había concedido a Abengoa en septiembre. Con ambas cantidades se inyectará el dinero necesario para garantizar la supervivencia de la firma a muy corto plazo.

Necesidades

Estas cuantías son ligeramente inferiores a las solicitadas por los actuales gestores del grupo a la banca. Situaban sus necesidades en los 450 millones en los próximos cuatro meses, antes de que venza el plazo del preconcurso de acreedores -el próximo 28 de marzo- que la compañía presentó a finales de noviembre. Fuentes financieras han indicado a este diario que las peticiones de la empresa siempre se establecían por encima de lo que realmente necesitaba, y por ello han intentado rebajar continuamente todas las cifras planteadas. Para que ese dinero llegue a la compañía, la banca ha impuesto un compromiso por parte de Abengoa que puede marcar por dónde discurrirán las peticiones de cara a las futuras negociaciones para salvarla. El G7 ha estimado que del préstamo concedido supone 2,5 veces el valor de las acciones que la matriz andaluza posee en su filial estadounidense Yield. La corporación ostenta un 42% de la propiedad de la sociedad, frente al 47% anterior, después de que los bonistas ejecutaran la conversión de una emisión de bonos lanzada en febrero de este año en acciones. Además, estas garantías también afectan a otros 165 millones procedentes de un crédito anterior, en vigor desde septiembre.