Diario de León

PESE A LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD

Los antinucleares alemanes logran paralizar un tren con basura radiactiva

Los activistas se han encadenado a las vías utilizando hormigón para impedir que el convoy llegue al cementerio nuclear de Gorleben

La policía retira a activistas que se habían encadenado a las vías en Hitzacker.

La policía retira a activistas que se habían encadenado a las vías en Hitzacker.

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AGENCIAS / Berlín
León

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Las sucesivas acciones de protesta de los antinucleares alemanes han paralizado el avance del tren con basura radiactiva en su ruta hacia el depósito de Gorleben (norte del país), pese a las fuertes medidas de seguridad.

A las 15.30 horas, el convoy, con 11 contenedores tipo castor cargados con 2.500 toneladas de residuos altamente tóxicos, se encontraba detenido en la estación de Lüneburg, a unos 70 kilómetros de su destino final, tras avanzar apenas 35 kilómetros toda la jornada.

La principal acción de protesta que impide circular al polémico transporte se encuentra unos pocos kilómetros más adelante, en Hitzacker, donde cuatro personas (tres hombres y una mujer) se encadenaron esta mañana a las vías mediante un complejo mecanismo de una tonelada de hormigón y un metro de alto. Las fuerzas de seguridad llevan horas intentando sacar a estos activistas empleando herramientas pesadas y, en un descuido, a su alrededor han permitido que se organice la enésima "sentada" de ecologistas sobre los raíles, desde donde centenares de personas animan a los encadenados y corean canciones y mensajes antinucleares.

Esta acción siguió a la gran "sentada" de Harlingen, un pueblo también en los alrededores de Gorleben, y a la acción del colectivo ecologista internacional Greenpeace, habitual en estas protestas. En la primera, en torno a 2.500 personas permanecieron durante la madrugada recostados sobre las vías hasta que las fuerzas de seguridad lograron, trasladándolos uno a uno y en volandas, despejar los raíles totalmente sobre las 8 horas. Greenpeace encadenó a las vías a última hora de la tarde del sábado a un grupo de activistas a los que la policía tardó más de seis horas en liberar.

Desde el pasado jueves, un día antes de que partiera de la planta de tratamiento de residuos de La Hague (Francia) este tren "castor", las manifestaciones, las acciones de protesta y los enfrentamientos entre activistas y policías han sido frecuentes en las localidades próximas al cementerio nuclear alemán.

La policía, que ha movilizado a 20.000 efectivos, ha señalado que sus agentes han sido atacados con cócteles molotov, bengalas y piedras, mientras que los activistas y los medios de comunicación han destacado el abundante uso de cañones de agua, pelotas de goma y gases lacrimógenos por parte de las fuerzas de seguridad. La policía alemana ha aplicado este año una estrategia de "tolerancia cero" frente a los activistas, en contraste con la táctica de anteriores años de "rebajar" la tensión, según medios alemanes.

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