Firma del primer acuerdo comercial con Cuba

El Banco Internacional de Comercio de Cuba S.A. (Bicsa) y el estadounidense Stonegate, de Florida, firmaron «el primer convenio importante» tras la reapertura de las embajadas de ambos países. Se trata de una corresponsalía bancaria, un medio utilizado por los bancos para tramitar transferencias. El intercambio no será pleno por las restricciones impuestas por el embargo.

El presidente de la entidad estadounidense, Dave Seleski, calificó el hecho de «otro paso para normalizar las relaciones comerciales entre Estados Unidos y Cuba». El acuerdo se selló un día después de que se reanudaran los lazos diplomáticos rotos 54 años atrás reabriendo las embajadas. «La capacidad de mover el dinero más fácilmente entre los dos países incrementará el comercio y beneficiará a las compañías estadounidenses que desean hacer negocios en Cuba. Estamos orgullosos de formar parte de este proceso», agregó Seleski.

A causa del embargo comercial y financiero, y de que la isla comunista estaba dentro de la lista de países terroristas, de la que salió en mayo, ninguna entidad se atrevía a enfrentarse a sanciones millonarias. La emisión de pasaportes quedó prácticamente suspendida. El bloqueo, como dicen en Cuba, comenzó en 1960 con la reducción de las cuotas de compra de azúcar. El 7 de febrero de 1962 fue sancionado como ley. Por esa razón es el Congreso el único que puede levantarlo.

Obama solo puede tomar medidas ejecutivas y romper pequeñas barreras, como el uso de tarjetas de crédito estadounidenses en la isla, práctica todavía no habitual, o la renovación de los supuestos para obtener un permiso de viaje. Se admite la venta al contado de alimentos y medicinas por razones humanitarias.

El Bicsa fue fundado en 1993 para facilitar las relaciones bancarias entre el Gobierno castrista y sus aliados, limitadas por la ley Helms-Burton, que endurece el bloqueo al aplicar la extraterritorialidad y castigar también a empresas extranjeras.