Al menos once personas mueren en Pakistán al explotar un coche bomba

El vehículo iba conducido por un suicida, réplica aparente del atentado contra los franceses, según fuentes policiales, pero no está claro si estaba aparcado o circulaba cuando se originó la explosión justo frente al edificio, a pesar del riguroso dispositivo de seguridad. Todas las víctimas eran paquistaníes, al parecer viandantes, pero entre los heridos leves se encuentra un estadounidense y cinco paquistaníes empleados en el consulado, informaron fuentes diplomáticas de EE. UU. en Islamabad. La explosión convirtió el exterior del consulado en un escenario dantesto con los cuerpos mutilados de varias víctimas desperdigados en torno al cráter producido en la calle por la explosión y el esqueleto del vehículo reducido a chatarra. La zona quedó llena de los cristales de las ventanas de los edificios aledaños rotos por la onda expansiva. Ningún grupo o individuo se responsabilizó del atentado aunque se sospecha que haya sido obra de radicales islámicos opuestos al presidente paquistaní, Pervez Musharraf, y a su política de colaboración con Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo. Un portavoz policial expresó su temor de que hubiera sido ejecutado por Al Qaida, la organización terrorista liderada por Osama Bin Laden, cuyos militantes operan furtivamente en diversos lugares de Pakistán a donde llegaron desde el vecino Afganistán. El atentado se produce un día después de la visita del secretario de Defensa de EEUU a Islamabad, que previamente visitó Nueva Delhi, para tratar de rebajar la tensión militar que puso al borde de la guerra a estos rivales nucleares. La presencia de Al Qaida en las proximidades de la línea de Control, que divide Cachemira entre la India y Pakistán, fue uno de los asuntos discutidos por Rumsfeld durante sus reuniones con Musharraf y con el primer ministro indio, Atal Bihari Vajpayee. Algunos expertos señalaron también que el atentado sucedió en un momento de indignación en las filas de los militantes musulmanes pro cachemires por las órdenes cursadas por Musharraf para acabar con las incursiones de los guerrilleros a la Cachemira india que amenazaban con provocar la cuarta guerra indo-paquistaní. No obstante, este es el último de una serie de ataques contra nacionales extranjeros en Pakistán desde que Washington lanzó en octubre la operación «Libertad Duradera» en Afganistán que acabó con el derrocamiento del régimen Talibán y forzó la salida del país del grueso de sus incondicionales de Al Qaeda. El atentado en mayo contra los técnicos franceses estuvo precedido en marzo por otro ataque contra una iglesia cristiana en el barrio diplomático de Islamabad que causó cinco muertos, dos de ellos ciudadanos estadounidenses. Un vídeo recibido por el consulado de EE. UU. en Karachi un revelaba que el periodista secuestrado años fue asesinado.