Las encuestas dan un 21% de los votos al candidato oficialista, José Serra, con lo que no sería necesario ir a una segunda vuelta
Los ciudadanos del primer mercado del cono sur ponen a Lula al borde de la mayoría absoluta
Luiz Ignácio Lula da Silva, favorito en las presidenciales brasileñas de ayer, votó con la bandera nacional sobre s
Luis Ignacio Lula da Silva saluda a sus seguidores tras votar
El candidato no hizo declaraciones. Parecía eufórico, mucho más de que lo que se había mostrado en cualquier otro momento desde el inicio, hace tres meses, de la larga campaña electoral. La última encuesta de intención de voto le atribuyó anoche a Lula el 50 por ciento de la preferencia de los electores, muy cerca de la mitad más uno de los votos que le daría hoy la presidencia. Lula celebra este domingo su 57 cumpleaños, aunque su madre, ya fallecida, garantizaba que nació el 27 de octubre, a pesar de que estuviera inscrito en los registros públicos el seis de octubre de 1945. Antes de ir a votar, Lula fue sorprendido en su casa por una delegación de la Central Unica de Trabajadores, afín al PT, que le entregó una gran tarta decorada con la estrella roja del partido. El candidato oficialista, José Serra, al votar también en Sao Paulo, fue amonestado por gritar que lo haría «por el 45», que es el número que tiene atribuido en el sistema de votación informatizada. Serra, que lucía una pegatina con el 45 sobre su camisa celeste, recibió la amonestación del jefe de la mesa electoral, ya que la ley prohíbe la propaganda en los lugares de votación. En una breve declaración, Serra se mostró «confiado y optimista» en disputar con Lula la presidencia en una segunda vuelta, prevista para el día 27 de este mes. La mejor intención de voto de Serra es, según las últimas encuestas, del 21 por ciento. «Estamos muy confiados y optimistas en ir a la segunda vuelta» y «esperamos que finalmente tendremos (con Lula) un debate no sólo sobre los problemas de Brasil sino también sobre cómo resolverlos», dijo Serra ante unos 100 periodistas. Serra, de 60 años, senador y ex ministro de Salud, es el candidato de la coalición «Gran Alianza» formada por los partidos de la Social Democracia, del presidente Fernando Henrique Cardoso, y del Movimiento Democrático. Por su parte el gobernante brasileño al votar en Sao Paulo, garantizo que Brasil tendrá «una transición tranquila», con independencia de quien gane hoy o el día 27 de octubre, y que «el pueblo no pagará el precio» de cualquier turbulencia derivada del resultado de las urnas. Destacó que estas elecciones se caracterizan por «la normalidad, la absoluta paz y un ambiente de confraternización».