Cuatro niños y tres adultos mueren calcinados al arder otro edificio en París

Cuatro niños y tres adultos muertos es el saldo definitivo que deja el incendio que devastó la noche del lunes un edificio insalubre en el centro de París habitado ilegalmente por unas doce familias marfileñas, en la segunda tragedia de este tipo en cuatro días y la tercera en sólo cuatro meses en la capital francesa. El incendio en el histórico barrio del Marais, que según los primeros indicios fue de origen accidental, también provocó catorce heridos, tres de ellos graves. El centenar de bomberos controló el fuego en hora y media, y se encontró en el interior con los cuerpos sin vida de seis personas. El séptimo muerto fue un niño que había saltado al vacío desde la tercera planta del edificio -que contaba con cinco pisos- para tratar de escapar de las llamas. El fuego se había declarado hacia las 22.00 horas en el hueco de la escalera por causas indeterminadas, aunque se descartaba un acto voluntario, sobre todo a la vista del estado de los cables que colgaban por todas partes y el estado general de insalubridad del inmueble. Los habitantes, que no tenían agua corriente y debían aprovisionarse en la calle, se habían quejado del pésimo estado de las escaleras o del plomo de la pintura en las paredes desconchadas, al que se atribuía los casos de saturnismo entre los niños. El edificio, que en su tiempo había sido un hotel, lo ocupaban desde hacía años inmigrantes sin papeles de Costa de Marfil, que habían aprovechado su abandono. «Problema gravísismo» El alcalde de París, Bertrand Delanoe, señaló que «hay un problema gravísimo de inmuebles insalubres en París». Delanoe añadió desde el lugar de los hechos que los servicios municipales habían registrado unos 1.000 edificios en precarias condiciones. «En ese edificio ocupado ilegalmente había 12 familias marfileñas», explicó a la prensa en el lugar el alcalde del Tercer distrito, donde se produjo esta tragedia, Pierre Aidenbaum. Los problemas de vivienda que sufren las familias de inmigrantes en Francia ya habían sido tratados en abril pasado, cuando un incendio en un hotel del centro dejó 24 muertos.