Diario de León

| Análisis | Nueva crisis |

El Gobierno de Kirchner se enfrenta hoy a las elecciones legislativas Confirmación e incógnitas

La investigación confirmó las sospechas sobre Siria pero abre nuevos interrogatorios sobre el futuro de este país y Líbano

El hijo de Rafic Hariri leyó un comunicado en televisión desde Yeda

El hijo de Rafic Hariri leyó un comunicado en televisión desde Yeda

Publicado por
Marcela Valente Miguel Murado - corresponsal | colpisa redacción

Creado:

Actualizado:

El presidente de Argentina, Néstor Kirchner, intentará hoy convalidar el respaldo a su gobierno en las primeras elecciones legislativas de su gestión. Kirchner tiene un alto nivel de popularidad conseguido a fuerza de gobernar con eficacia, pero no puede superar el trauma de haber asumido con apenas 22% de los votos en las presidenciales de 2003. También persigue erigirse en líder indiscutido del partido peronista, que se presenta dividido en dos sectores. De acuerdo a los resultados de sondeos previos, la victoria del oficialismo está asegurada, pero la magnitud de ese eventual triunfo no le alcanza al gobierno para conformar una mayoría propia en el congreso. Habrá que ver además si la ventaja que consiga sobre los restos del peronismo tradicional es tan contundente como para que el presidente se quede con el control del partido que fundó Juan Perón en 1945, desplazando definitivamente a su rival, el ex presidente Eduardo Duhalde. «Falta de legitimidad» «Kirchner asumió con 22% de los votos y esa falta de legitimidad de origen fue superada con una gran sintonía que estableció con el electorado en estos dos años», explica la socióloga y encuestadora Graciela Romer. Pero claro, una cosa es popularidad y otra es poder para cambiar las cosas, añadió la experta. Y eso es lo que busca Kirchner en estos comicios. Más poder. En las presidenciales de 2003, el peronismo se presentó dividido en tres y Kirchner salió segundo. Primero fue el ex presidente Carlos Menem (1989-99), que ganó con 24% de apoyo. Pero Menem se negó a competir en segunda ronda porque las encuestas no lo favorecían. Así quedó allanado el camino para Kirchner, que debió asumir sin la revancha de una segunda vuelta. Una cosa está clara: el informe que acaba de hacer público la ONU sobre el asesinato del primer ministro libanés, Rafic Hariri a principios de año, es una lectura sabrosa. Al menos desde el punto de vista literario, porque desvela una trama tan compleja de servicios secretos, llamadas telefónicas, personajes misteriosos y oscuros motivos que más parece la obra de un Le Carré que uno de los áridos informes de la organización Lo menos novedoso es que el dedo acusador se haya posado en los servicios secretos sirios. Casi desde el momento en que sonó la tremenda explosión en el paseo de La Corniche de Beirut se empezó a hablar de Siria. Nada de lo que ocurría entonces en Líbano sucedía sin que lo supiese (o lo organizase) la Inteligencia siria y la libanesa, dominada por aquella (y de hecho cuatro generales libaneses se encontraban ya en la cárcel). Otras teorías (Israel, Al Qaida) nunca tuvieron ninguna credibilidad, ni siquiera en un país en el que siempre ha resultado tan fácil encontrar motivos para justificar un asesinato político. Lo verdaderamente novedoso es lo alto que han apuntado los comisionados. Tan alto que, en el último momento, ellos mismos se han asustado y han borrado cinco nombres, los de los máximos responsables del atentado. Esos nombres implican al presidente sirio Bachar al Asad no ya políticamente sino familiarmente: entre los acusados se encuentran su hermano y su cuñado, jefe de la Inteligencia militar. Un testigo consultado por la comisión ha llegado a hablar de reuniones preparatorias para este atentado en el propio palacio presidencial. Pero el informe no aclara lo principal: si se trataba de una iniciativa incomprensiblemente suicida del líder sirio o de una demostración definitiva de lo que muchos sospechan que la vieja guardia de su padre lo controla todo, incluido a él. El informe incluso insinúa que podría tratarse de un asesinato más mafioso que político. Como decía el filósofo Wittgenstein, en un texto no es tan importante lo que se dice como lo que no se dice, y esto vale también para este informe: esos nombres borrados van a ser la parte más importante del texto que, en manos de Washington, se ha convertido ya en un arma poderosa. La reunión del Consejo de Seguridad que ha puesto para el martes permitirá saber hasta donde está dispuesto a utilizarla: si se conformará con imponer sanciones a Damasco o podrá en marcha un mecanismo de «cambio de régimen» como en Irak. Siria, que ya lo había previsto, firmó en febrero un pacto de defensa mutua con el otro candidato a ese «cambio de régimen», Irán. La sesión permitirá conocer la actitud de los demás miembros del Consejo de Seguridad, Rusia ya ha dicho que no quiere ni siquiera sanciones. A cambio, EE. UU. contará esta vez con Francia. Es en el propio Líbano donde este texto puede tener consecuencias mayores. En texto no sólo menciona al pro sirio presidente actual, sino también a un político libanés importante, que estaría detrás del asesinato.

tracking