Miles de fallecidos y heridos siguen atrapados tras el terremoto de China

El terremoto que ha devastado China, el más mortífero desde 1976, causó decenas de miles de víctimas, entre muertos, desaparecidos y personas atrapadas bajo los escombros. Los esfuerzos por desenterrar a los heridos sepultados por los cascotes se redoblaron con la llegada de los primeros equipos de rescate. El Ejército y los grupos de socorro intentaban alcanzar las zonas del suroeste de China sacudidas por el temblor, de magnitud 7,9 que derribó escuelas, viviendas y fábricas. Las imágenes en la televisión mostraban edificios derrumbados, carreteras partidas en dos, laderas de montañas desmoronadas y supervivientes luchando por salir de los escombros. Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Pekín anunciaron que acortarán a partir de hoy el relevo de la antorcha por el país. Al margen de los 12.000 personas dadas por muertas, otras 3.000 fallecieron y unas 18.000 quedaron sepultadas por los escombros en la ciudad de Miangyang. Por añadidura, se calcula que unas 5.000 personas han muerto en el distrito de Beichuan, donde el 80% de los edificios se derrumbaron. Otros miles de personas han perecido o quedado enterradas al desplomarse una fábrica cerca del lugar. En Shifang, se registraron 600 muertos y 2.300 sufrían un destino incierto al quedar atrapadas en la ciudad, donde se produjo una importante fuga química. Un alto mando del Ejército habló de daños «inusualmente graves» en la ciudad de Yingxiu, cerca del epicentro. Se espera que el número de víctimas mortales siga en aumento a medida que se tenga una noción más clara del alcance de los daños y progresen las labores de desescombro. El primer ministro chino, Wen Jiabao, admitió que la situación era peor que de lo que preveía. «En este momento tenemos grandes dificultades para llevar a cabo las tareas de rescate», dijo tras celebrar una reunión en la ciudad de Dujiangyan. Comida y medicinas Las autoridades pidieron ayuda en forma de comida, medicinas y material de rescate. China ha movilizado al Ejército para que dirija la búsqueda de víctimas, si bien los esfuerzos por llegar a las zonas más afectadas se vio dificultado por las lluvias torrenciales. Un contingente de 1.300 soldados y médicos militares lograron llegar al condado de Wenchuan, donde se situó el epicentro, tras sortear un terreno accidentado. El Ejército renunció sin embargo a dejar caer paquetes de comida y medicinas desde el aire en ciertas zonas debido al mal tiempo. Fuentes del Ministerio chino de Exteriores aseguraron que de momento no hay informaciones sobre extranjeros muertos o heridos.