La reserva minera
Las cuencas homenajean a sus nuevos prejubilados y a los más veteranos
Algunos de los mineros de Laciana nacidos en 1928 y 1929.
Las dificultades que atraviesa el sector minero y el ambiente pesaroso en el que transcurrió ayer la festividad de Santa Bárbara no impidieron que tuvieran lugar los actos tradicionales de esta fecha. Los más sentidos, los homenajes a los veteranos. En Villablino una veintena de trabajadores del carbón nacidos en 1928 y 1929 recibieron el caluros aplauso de un auditorio lleno, que escuchó cómo habían transcurrido sus vidas desde que empezaron a trabajar, allá por los años 50, hasta que se jubilaron. En general, con al menos cuarenta años de servicio, un récord al que difícilmente llega hoy ningún trabajador del sector.
Picadores, barrenistas, posteadores, fogoneros, maquinistas,... Y guajes, que así entraron muchos. Algún accidente, muchas historias de trabajos alternativos en el campo para sacar adelante a las familias y no pocos hijos que han seguido el camino de los pozos que iniciaron los padres.
En Santa Lucía de Gordón se felicitó a los más de 70 trabajadores que a lo largo de este año han llegado a la prejubilación. Pocas canas entre los afortunados, que pueden ver ahora los problemas del carbón desde otra perspectiva personal.
Y premios para los más pequeños, que también tienen algo que decir sobre el trabajo en la mina. Con la esperanza de que el futuro minero también sea una realidad para ellos.