Fernández Ladreda cambiará con el fin de los bolardos, las señales y el semáforo

El nuevo equipo del Ayuntamiento de León abrirá de momento los cuatro carriles de Fernández Ladreda y ya después, en una segunda fase, remodelará la calle en lo que se refiere a las marquesinas para coger el autobús que se encuentran ahora mismo en los carriles restringidos al tráfico de autobuses, ambulancias y urgencias.

La Policía Local controlará el paso de vehículos en los próximos días mientras se realizan los trabajos para la apertura total de esta avenida, eje de comunicación entre la Ronda Este y la salida hacia Michaisa, y que básicamente se dividen en tres. Una primera actuación será la eliminación del semáforo que hasta ahora impedía el paso a la calle desde la rotonda de Puente Castro. Salvo las urgencias, los autobuses y los taxis, el resto de los vehículos tenían que rodear por la calle Murillo para incorporarse después a Fernández Ladreda. Con el cambio, se podrá entrar directamente desde la rotonda de Puente Castro para todo tipo de vehículos, salvo el tráfico pesado, que seguirá siendo desviado hacia la Ronda Sur.

Además de eliminar el semáforo, los técnicos del Ayuntamiento procederán a la retirada de los bolardos que separan ahora los carriles especiales, uno en cada sentido, de los otros dos para coches. La medida busca eliminar un exceso de indicativos que antes igual era necesario para distinguir el paso de los vehículos especiales del resto, pero que ahora ya no tiene sentido, apuntan fuentes del equipo de gobierno del Ayuntamiento de León.

Una tercera medida, que cierra esta primera frase, será la eliminación de todo tipo de señales horizontales que ahora indican los carriles y los diferentes tipos de vehículos. Para ello se utilizará una pintura negra que se aplica directamente sobre el asfalto.

Además, el Ayuntamiento de León establecerá una zona de carga y descarga en la acera de la derecha en dirección a la plaza de toros. La medida forma parte de las 100 primeras actuaciones que el alcalde, Emilio Gutiérrez, presentó el pasado lunes en rueda de prensa. En esa comparecencia, Gutiérrez aclaró que el cambio no busca «perjudicar a nadie, que viva o ejerza su actividad en la zona». En los últimos meses, la calle casi se ha dividido a partes iguales entre partidarios y detractores de la remodelación que llevó a cabo el anterior equipo de gobierno. Por un lado, gran parte de los comerciantes, sobre todo, denunciaron una caída en sus ventas que incluso llevó a cerrar a algunos de ellos. Los vecinos se dividieron porque muchos estaban a favor de que hubiera menos tráfico, si bien también criticaban el hecho de que se eliminara la mayor parte de los aparcamientos por la construcción de un carril bici en la margen izquierda en dirección a la plaza de toros.

Para lo que no tiene fecha el Ayuntamiento es para afrontar las obras de eliminación de las marquesinas. De momento, los autobuses pararán para recoger a los usuarios y los coches tendrán que esperar para continuar su marcha por el carril ahora abierto a todos.