Wacker ya ha hecho varias auditorías para plantear su oferta a Antibióticos
Economía evita hablar de las negociaciones salvo que haya acuerdo entre las partes.
Vista aérea de las instalaciones de Antibióticos a las afueras de la capital en la carretera de Benavente.
La multinacional alemana Wacker Chemie, que negocia su entrada en el 50% del accionariado de Antibióticos, pero sólo en su línea dedicada a la biotecnología, ha realizado ya varias auditorías para conocer la situación «real» de la fábrica leonesa, según ha trasladado la dirección de la factoría a los representantes sindicales.
El mayor escollo en las negociaciones, además de todo lo relativo a cuestiones económicas, es que Wacker Chemie sólo quiere entrar con el 50% en el negocio de biotecnología, y no en la principal división hasta ahora de la fábrica leonesa, la penicilina, lo que está provocando algunos problemas legales que están intentando ser encajados por ambas partes. Esa condición tendría que ver con la base de su negocio, que se centra en productos biotecnológicos.
El grupo alemán, con 25 plantas repartidas por Europa, Asia y América, se dedica a productos como cauchos de silicona, productos de polímeros y materias químicas de polisilicio y obleas para la industria de semiconductores. Antibióticos sería interesante en sus planes de futuro teniendo en cuenta su experiencia, su alto nivel técnico y las posibilidades de nuevas líneas de trabajo para productos cada vez con más mercados. La multinacional alemana distribuye sus productos en más de cien países.
La entrada de Wacker Chemie daría liquidez a la empresa en un momento de gran preocupación entre los trabajadores, no sólo por el ERE en marcha sino también porque llevan varios meses sin cobrar. De llegarse a un acuerdo, la operación del grupo alemán mitigaría la situación y supondría una reordenación de la planta leonesa, según admitió Stefano Celleti, director general adjunto al presidente de Antibióticos, en una reunión reciente de la Comisión de Seguimiento.
Los incumplimientos de la dirección en los últimos meses ha provocado que los sindicatos ya no se fien de las promesas de la empresa, que debe en total las pagas de diciembre y enero, además de la parte proporcional de las extras que tampoco ha pagado. En total, suman ya 1,2 millones de euros.
En la reunión de ayer, los trabajadores también abordaron la situación del expediente de regulación de empleo y los retrasos en la puesta en marcha de las nuevas líneas de negocio de Antibióticos. A la reunión asistió casi un centenar de empleados de la farmaceútica.
La dirección de Antibióticos prometió esta semana pasada a los dirigentes de USO, en una conversación telefónica, el pago de la nómina de diciembre el próximo día 6 de este mes, algo que no se creen «hasta que lo veamos ingresado en el banco», señaló en un comunicado la representación de este sindicato.
Antibióticos, santo y seña de la pujanza de la industria farmaceútica leonesa, vive uno de sus peores momentos, por la competencia internacional, sobre todo de China, en su línea tradicional de la penicilina, y por la incertidumbre de una plantilla a la que se le acumulan los problemas por la falta de pago de las últimas nóminas, el expediente de regulación y la propia incapacidad de la dirección para buscar nuevas líneas de negocio.
Al menos, el último gran anuncio, la colaboración con la multinacional norteamericana Amirys, para desarrollar los productos ligados al farneseno, sigue en vía muerta.