Diario de León

León aportó 330 militares a la misión en Afganistán, que inicia su cuenta atrás

En la operación internacional también murieron tres leoneses en el Yak-42.

Acto de bienvenida en la base del Ferral a militares leoneses procedentes de Afganistán, en 2012.

Acto de bienvenida en la base del Ferral a militares leoneses procedentes de Afganistán, en 2012.

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manuel c. cachafeiro | león
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El Ministerio de Defensa está a punto de concluir el repliegue de las tropas españolas en Afganistán con su salida de la provincia de Badghis y el traspaso de su principal base, Qala i Naw, a las autoridades locales. Una misión en el país asiático en la que desde 2008 han participado 330 militares integrados en el Mando de Artillería de Campaña, de sus bases en Ferral del Bernesga y Astorga.

De esos 330 militares, 250 corresponden a cuadros de mando, desde comandante a sargento, y los otros 80 son de tropa profesional.

A partir de ahora la presencia española se limitará a la base de Herat, donde los militares participarán en labores de seguridad, la gestión del aeropuerto y del hospital Role2.

Abierta en 2009, en la construcción de la base de Qala i Naw se invirtieron 44 millones de euros. Sólo quedarán allí los recursos materiales que es imposible trasladar a España por razones de logística.

Además de esos 330 militares, en la misión en Afganistán murieron tres leoneses en el accidente del Yak-42, en el avión de vuelta que cayó en Turquía el 26 de mayo de 2003. En concreto, Javier Gómez de la Mano, de 27 años y natural de Trobajo del Camino; Francisco Moro Aller, de 42, casado y padre de un niño, natural de Valdesogo de Arriba, y Jesús Mariano Piñán, de 36 años y originario de Polvoredo. En este último caso, con polémica, ya que fue uno de las confusiones en la identificación de cadáveres. Su cuerpo fue enterrado definitivamente en su pequeño pueblo el 22 de noviembre de 2004.

Aunque en un principio se planteó la continuidad del 50% de los efectivos desplegados en Afganistán, en Herat sólo permanecerán entre 200 y 300 militares.

Según el ministro de Defensa, Pedro Morenés, el repliegue está «yendo bien», pero todavía no se puede bajar la guardia. Se trata de la fase más peligrosa, por lo que el pasado mes de marzo se enviaron por primera vez tres helicópteros de ataque ‘Tigre’ que, según indicó Morenés, «han disuadido extraordinariamente cualquier tipo de ataque en un momento singularísimo de tránsito, que es cuando se produce peligro».

Desde Badghis a Herat hay unos 150 kilómetros en los que los convoys tardan entre 12 y 16 horas en recorrer y atraviesa el conflictivo puerto de ‘Sabzak’, situado a más de 2.000 metros de altitud.

La polémica está protagonizando las últimas horas del repliegue después de que traductores e intérpretes afganos que han trabajado para la misión española hayan manifestado su inquietud ante la posibilidad de no recibir asilo en España.

La vicesecretario general del PSOE, Elena Valenciano, exigió ayer a Defensa que proteja la vida de los traductores alegando que no se puede «dejar que sus vidas corran peligro por haber trabajado» para las tropas españolas, informa Efe. El Ministerio ha negado que esté dejando en situación de abandono a los intérpretes afganos.

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