A León le gusta su pasado romano

La Ruta del León Romano ha superado las 12.000 visitas desde la apertura el pasado 11 de abril del Centro de Interpretación, en el yacimiento arqueológico de Santa Marina, una cifra que se ha visto favorecida por la masiva afluencia de visitantes a León con motivo de la Semana Santa. Los ciudadanos, tanto de la ciudad como llegados de fuera, han querido conocer el legado histórico de la ciudad al visitar tanto estas instalaciones como las criptas del anfiteatro de Cascalerías y de Puerta Obispo.

La propia cripta, ubicada en el subsuelo de la Casona junto al aula didáctica con las maquetas y los paneles informativos, ha sido la que más visitantes ha registrado estos días. La que fue en su día conocida como la Obra Pía de los Niños Expósitos o el Arca de la Misericordia alberga unos importantísimos vestigios romanos y medievales, entre los que destacan los del campamento y los fragmentos de la muralla que datan de la época augustea.

A pocos metros de distancia, bajo la mirada de la catedral, está la cripta arqueológica de Puerta Obispo, donde los visitantes pueden observar parte de las antiguas termas romanas (con los canales de evacuación de las letrinas), en la llamada Vía Principalis Sinistra. Estos importantes restos fueron descubiertos en el transcurso de las obras de urbanización y ordenación del entorno de la catedral, que se llevaron a cabo en los años 1996 y 1997.

Por último, la Ruta del León Romano puede finalizar en la calle Cascalerías, donde se pueden visitar los vestigios del anfiteatro. Tres contenedores arqueológicos permiten ver esta construcción, situada en la parte civil del campamento, fuera de las murallas. Los estudios realizados calculan que el anfiteatro pudo tener unas dimensiones de más de 3.000 metros cuadrados con espacio para más de 5.000 espectadores.