Botellón itinerante en la noche más corta

La noche más corta pero el botellón más largo. La juventud leonesa cumplió un año más con la tradición y ‘ocupó’, incialmente, las orillas del río, aunque la lluvia les obligó a ir cambiando de lugar hasta que el grueso de los chavales se concentraron en el centro. Una reunión multitudinaria con música y bebida como paso previo para participar en los actos programados en una noche que lleva la firma de mágica. Desde poco antes de las once de la noche las pandillas se dieron cita en un espacio público que se ha convertido en centro de reunión para dar el pistoletazo de salida a una fiestas que se prolongarán hasta que San Pedro eche el cierre. La noche comenzó aguada pero la tormenta dio un respiro y la gente aprovechó para ocupar los espacios públicos. Hoy es el día de las recapitulaciones y de las sobras de un botellón que deja su huella esparcida por la ciudad.