Youtubers, las nuevas estrellas de la red

No hace tanto los niños querían ser astronautas, policías, bomberos, futbolistas... sin embargo son cada vez más los que aspiran a ser YouTubers. Es el sueño adolescente. Un ordenador, una cuenta en YouTube, una WebCam, muchas ganas de pasarlo bien y, en ocasiones, hacer el ridículo, bastan para convertirse en un fenómeno de la web.

Expresiones, videojuegos, parodias, música... son algunas de las temáticas que se pueden encontrar en estos canales virtuales con las que se crea material que en poco tiempo llegan a convertirse en auténticos fenómenos virales de Internet. Se trata de una nueva generación de comunicadores, capaces de convertir la audiencia de sus vídeos en dinero, siendo incluso una forma de ganarse la vida. A modo de artículos de opinión, crónicas, consejos, reseñas o sátiras ofrecen su información de una forma única, original y diferente.

Los canales se componen de blogger, gamers, humoristas, críticos en belleza y artistas musicales entre otros. Han logrado sacar provecho de una afición, un hobby en la red cuya única motivación era situarse y expresarse delante de una cámara con sencillos montajes y a través de vídeos personales en los que se engloban gran variedad de temáticas.

Pero... ¿Qué son los YouTubers? Hasta ahora también denominados ‘partners’, son personas que sacan toda su capacidad creativa delante de la WebCam del ordenador. Luego, suben los vídeos a YouTube, donde previamente han creado un canal. Estos canales a menudo se llenan de miles de suscriptores, lo que crea unos índices de audiencias espectaculares, llegando a tener, los más aclamados, millones de reproducciones. Obviamente estas cifras llaman la atención de las empresas, viéndolos como medios potencialmente accesibles y visibles para el público.

YouTube se está formando como un modelo de negocio basado en las reproducciones de los vídeos, no en los ‘Likes’ ni en los suscriptores como puede ser habitual pensar. Las ganancias van desde 90 euros hasta 1.000 euros al día, generados mediante la inversión publicitaria de empresas en la plataforma.

Una práctica masificada

El número de YouTubers que hay en el mundo es casi imposible de conocer con una cifra exacta, ya que cada día se crean decenas, incluso cientos, de cuentas nuevas en la plataforma. En los últimos años se han creado rankings basados en los propios datos que proporciona YouTube, en donde el más amplio abarca la friolera de 5.000 usuarios sólo en cada país. Y es que tanto la red social, como las empresas encargadas, tienen en cuenta a los que más seguidores y suscriptores tienen a la hora de hacer una contabilización. Estas mediciones las suelen llevar a cabo empresas externas como Nielsen o SocialBlade entre las más destacadas.

Este fenómeno se ha expandido a nivel global en los últimos años, existiendo YouTubers de todas las edades, nacionalidades y razas. En España multitud de ellos emiten diariamente sus piezas aunque solo unos pocos como ELRubiusOMG, LouLogio, MangelRogel, WillyRex o JPelirrojo entre otros, consiguen una gran cuota de audiencia y unos ingresos mayores.

A ellos, Internet les ha convertido en estrellas con apariciones constantes en los grandes medios de comunicación, club de fans e incluso algunos han escrito un libro sobre sus hazañas, experiencias y motivaciones, como hizo Rubén Doblas, el Rubius, con su ‘Libro Troll’ donde además invita a llevar a cabo curiosos retos y que luego se twittean mediante un hasttag.

Y es que la gran mayoría de las piezas creativas que hacen son temas habitualmente incongruentes o paranoias que les brotan de lo mas profundo de su creativa sien y que, para ser sinceros, hacen bastante gracia. Desde jugar de forma inverosímil a videojuegos, a parodiarlos y hasta a hacer pequeños sketch humorísticos sobre temas aún más curiosos y absurdos.

También hay YouTubers más ‘serios’ que se dedican a mostrar sus dotes artísticas de canto mediante la realización de versiones de canciones conocidas o algunos como LuzuVlogs que se suman a la moda del desarrollo personal con consejos y ayudas.

Pero no todo consiste en ponerse delante de la cámara, llevar a cabo el guión (el que lo tenga, ya que a menudo lo dejan todo a la improvisación) y subirlo al canal de YouTube. Los vídeos llevan una pre-producción de montaje mediante numerosos programas de edición de vídeos que contribuyen, en ocasiones, a hacer de algo normal un fenómeno viral.

Con todo ello, el éxito de YouTube llega de la mano del crecimiento y expansión de las redes sociales, convirtiendo un hobby en un trabajo que les permite ser y sentirse como auténticas estrellas de Hollywood en la red.

Jorge Franco Matilla

@leonalsol