Diario de León

LEÓN ■ SEMANA SANTA

El Obispado sólo reconoce el estatuto firmado, no el ‘falso’ que usa Minerva

El secretario general de la diócesis usa la palabra ‘trampas’ para referirse a las modificaciones

Documento con la firma y el sello del obispo de León.

Documento con la firma y el sello del obispo de León.

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SUSANA VERGARA PEDREIRA | LEÓN
León

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«El Obispado sólo reconoce el estatuto de Minerva firmado». Así de tajante se ha mostrado el secretario canciller del Obispado de León, Paulino González Terrón. Es el texto que reconoce que la cofradía tiene hermanas de pleno derecho y que el reglamento de braceros se tiene que votar en junta general.

El secretario general de la diócesis asegura que en el Obispado no existe constancia de que la cofradía de Minerva y Vera Cruz utilice dos textos distintos y sostiene con rotundidad que los estatutos rubricados por el obispo de León, Julián López, «eran acordes a derecho canónico y son los que valen».

«Si han hecho modificaciones, es por cuenta de ellos. Y ellos son los que tienen que explicar qué hicieron, qué añadieron y quiénes lo hicieron», añadió González Terrón, que utilizó la palabra «trampas».

CON FIRMA Y SELLOS, Y SIN ELLOS. El documento de arriba es el sellado y firmado por el obispo de León, Julián López, dando el visto bueno a los nuevos estatutos de Minerva. En los otros tres docuemntos, el estatuto que la cofradía encuadrenó y distribuyó entre sus papones, que no es el auténtico, y en el que han suprimido la mención a las hermanas y modificado cómo aprobar el estatuto de braceros. En el prólogo se lee sólo "Los Hermanos de la Real Cofradía...". En el documento de arriba a la derecha se aprecia que no está sellado ni firmado por el Obispado de León y no lleva ni la fecha.

Minerva usa dos estatutos. Uno de ellos, el que la cofradía utiliza con sus papones y hace valer como norma de obligado cumplimiento, no está aprobado por el obispo. Carece de firma y sello y en él se ha eliminado la palabra ‘hermanas’ y modificado la aprobación del reglamento de braceros, que pasa de necesitar el voto de la junta general de la cofradía (la reunión de todos los miembros de Minerva) a aprobarse sólo por la junta de seises (la cúpula de la cofradía).

«Si han hecho trampas, ellos sabrán», añadió Terrón.

En el documento por el que el obispo de León da su aprobación a los estatutos de la Real Cofradía del Santísimo Sacramento de Minerva y la Santa Vera Cruz —el Obispado acorta el nombre y la llama sólo Real Cofradía de Minerva y Vera Cruz—, Julián López hace constar expresamente: «Recomendamos la observancia fiel de los Estatutos (...) y mandamos a los asociados que guarden y cumplan los estatutos, prohibiéndoles usar de otros (sic), sin que primero sean vistos, examinados y aprobados». Minerva ha incumplido el mandato.

Los estatutos que usa Minerva, que llevó a la Junta General, distribuyó encuadernado y que esgrime ante sus hermanos y hermanas no son los aprobados por la «autoridad eclesiástica». Son unos estatutos ‘falsos’ modificados sin conocimiento del obispo. No tienen ni firma ni fecha. Sí las tiene el otro, el estatuto real, que está sellado, como se hace con cualquier documento oficial, hoja a hoja con el tampón de la Secretaría General del Obispado, con la firma estampada encima y a pie de página el sello oficial de la cofradía. La junta en la que se proclamaron los estatutos se celebró antes de que los ratificara el obispo, que lo hizo el 11 de abril, 22 días después. El texto presentado no es el aprobado por el Obispado. La reforma de los estatutos debería haber sido sometida a Junta General Extraordinaria —«los estatutos sólo podrán ser modificados en Junta General Extraordinaria, convocada a tal efecto y con ese único punto en el orden del día», dice el artículo 94 de los estatutos vigentes hasta ese momento—.

La desaparición de la mención a las mujeres de Minerva —que son hermanas de derecho, con carta de pago aunque sólo se les permite salir de traje (manolas) y no de túnica pese a que no existiría ningún artículo que lo prohíba— implicaría consecuencias en su estatus oficial dentro de la cofradía. El reglamento de braceros regula, entre otras cuestiones, sanciones y expulsiones.

Minerva niega que existan irregularidades.

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