Que la tecnología no acabe en la basura
El Ayuntamiento desarrolla una campaña en los colegios sobre los residuos electrónicos.
Escolares del Quevedo escuchan la explicación de Franco. CÉSAR
dl | león
Cada vecino de la ciudad de León recicló el año pasado una media de 2,4 kilos de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, según los datos recogidos por Ecotic, el sistema integrado de gestión con el que trabaja el Ayuntamiento para recuperar este tipo de aparatos que los ciudadanos depositan en los puntos limpios de la ciudad. El total recogido el año pasado estuvo por encima de las 304 toneladas, con una ratio por habitante que duplica a la media de España —1,1 kilos por habitante—, si bien el objetivo del consistorio es llegar a cuatro kilos por habitante.
Por este motivo, la concejala de Medio Ambiente, Ana Franco, y el director de Proyectos y Empresas Adheridas de la Fundación Ecotic, Jordi Julián, visitaron ayer el colegio Quevedo, uno de los centros del municipio que participan en la campaña escolar para sensibilizar de la necesidad de reciclar estos aparatos en desuso.
En el programa participan un total de 1.559 alumnos de entre 11 y 14 años de doce colegios e institutos del municipio. Esta campaña se desarrolla en un centenar de centros docentes de toda Castilla y León desde finales de febrero, con el objetivo de sensibilizar a los escolares sobre la importancia de que el final de la vida de los útiles eléctricos no sea acabar en un vertedero.
Bajo el lema Reciclar mola , en los centros escolares se han instalado dos contenedores específicos para que los alumnos depositen estos residuos tecnológicos. Además de la realización de talleres en los centros, los colegios participan en un concurso de recogida de Raee. Franco destacó la gran acogida de la campaña en los centros educativos, donde las 65 actividades formativas ya han logrado recoger 414 kilos de Raee.