Diario de León

Un método que permitiría abrir las estaciones en noviembre

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La ciudad rusa de Sochi ya almacenó parte de la nieve que cayó en el invierno de 2013 para asegurarse algunas instalaciones en los Juegos Olímpicos de 2014; y Finlandia acumuló 15.000 metros cúbicos de nieve para garantizar un mínimo de 5 kilómetros en una prueba de esquí de fondo. En Davos (Suiza) esta técnica la llevan poniendo en práctica desde 2008, al igual que en la estación francesa de La Clusaz, la sueca de Ulricehamm o Otepaa (Estonia), que han conservado 6.000, 13.000 y 10.000 m3 respectivamente. Son ejemplos de climatología más fría que León, pero Martínez Mata recuerda que el snowfarming funciona con éxito en una pequeña estación (de Biathlon en Ruhpolding, Alemania), situada a 700 metros de altitud, y con temperaturas que superan los 30 grados en verano, como en la provincia. Consiguen abrir a principios de noviembre, a pesar de que los cañones todavía no pueden funcionar con las temperaturas y ya han construido un depósito mejor, con paredes de hormigón, que se va llenando durante el invierno con dos cañones de nieve, las posibles nevadas y aportes de nieve sobrante. Parte se derrite, pero sólo un 20-30%. La otra ventaja es que la densidad de la nieve que queda es muy elevada, más que la de cañón, por lo que ha demostrado un buen aguante al extenderla sobre pistas.

Guardar la nieve en depósitos cubiertos con aislantes y mantas, o bajo serrín, puede dar autonomía a las estaciones leonesas a la hora de abrir sin esperar a que el tiempo sea el adecuado o caiga una gran nevada.

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Texto La estación aragonesa guarda parte de la nieve que le ha caído este invierno, y la ha almacenado en un enorme depósito donde la ha cubierto con paja. Se trata de una técnica denominada snowfarming, que se ha probado con éxito en los Alpes o Rusia Aunque en los últimos años el almacenamiento de la nieve por parte de las estaciones está sonando más que nunca, la realidad es que es una técnica que lleva más de 30 años realizándose. El pionero fue Mikko Martikainen, originario de Finlandia, precisamente de un país donde podríamos pensar que no se tiene que guardar la nieve. Bajo las órdenes de Mikko Martikainen, Ruka lleva muchos años almacenando miles de toneladas de toneladas de nieve para lograr ser siempre los primeros en abrir la temporada, hasta que la técnica fue exportada en unos casos, copiada en otros y mejorada en estaciones como Kitzbüehel, donde se han convertido en toda una referencia después de que cada verano construyen varios depósitos donde encierran parte de las nevadas del invierno. Si el finlandés empezó usando paja o serrín, ahora se aplican técnicas más modernas con mantas especiales que aislan las altas temperaturas del verano. Se calcula que en la estación austriaca se pierde tan solo entre un 15 y un 20% de lo que se amontona. Para los Juegos de Sochi también se guardó nieve y para los de PyeongChang, con un clima más tropical en verano donde las fuertes lluvias son protagonista, se logró llegar al invierno con bastante nieve. Si en Corea del Sur se logró almacenar nieve en verano, el Pirineo no podría ser menos. Era tiempo que alguna de nuestras estaciones decidiese importar esta técnica. Aunque las apuestas siempre fueron hacia otro lado, la realidad es que Candanchú ha sido la primera que ha decidido guardar nieve del invierno para el próximo invierno. Al parece la estación aragonesa ha construido un depósito de 12.000 m3 de nieve a una altura de tan solo 1.500 metros. No obstante, de la misma manera que otras estaciones de los Alpes intentan mejorar la técnica o adaptarla a su actividad tradicional, en Candanchú en lugar de mantas aislantes han optado por tapar la nieve con paja. La razón es que la tienen más a mano y en más cantidad. En La Clusaz en cambio usaron serrín, porque es lo que tenían en más abundancia. Cualquiera que se acerque durante estos meses de verano a Candanchú, podrá ver donde está la nieve acumulada. No tiene pérdida, ya que los depósitos hacen 8 metros de altura. En noviembre, en cuanto se vea que las temperaturas van a ser las adecuadas, se retirará la paja y se empezará a extender la nieve. Los responsables de la estación esperan conservar más de la mitad. Lo habitual es que estaciones que llevan aplicando esta técnica desde hace muchos años, logren conservar más del 80%. Para Candanchú este será el primer año y muchas cosas que aprender, desde el sitio adecuado para el almacén, hasta si el material para tapar la nieve ha sido el adecuado. Si el esfuerzo vale la pena, se acabó el cruzar los dedos cada otoño mientras se mira al cielo esperando las nevadas o que bajen las temperaturas para poder poner en marcha los cañones. La estación no ha especificado en que zonas se repartirá la nieve, aunque dependerá de muchos factores que por el momento no se saben...

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