Sanidad
Ángeles que burlan a la muerte
El Hospital de León se convierte en el único de España, junto al Vall d'Hebron, en recibir un premio europeo por su programa de gestión temporal de los ictus
El coordinador de la Unidad de Ictus del Hospital, Javier Tejada, junto al equipo del Caule
Arrancar minutos a la muerte. La unidad de ictus del Hospital de León ha conseguido incrementar el resultado en el tratamiento del ictus hasta el punto de obtener un cincuenta por ciento más de posibilidades en la supervivencia del paciente. Además, y en los mejores casos, las secuelas también se han reducido a la mitad. Gracias al trabajo de todos los profesionales del servicio de Neurología, el Caule se ha adjudicado el reconocimiento de la European Stroke Organization en virtud a la iniciativa Angels, que tan sólo posee en España el Vall d'Hebron. Los profesionales médicos han logrado reducir los tiempos de gestión hasta dejarlos en menos de 4,5 horas (270 minutos) a través de una minuciosa investigación realizada por el neurólogo Luis García Tuñón y el coordinador del área, Javier Tejada, en la que también ha participado la enfermera Marisa Fernández Alonso. En ella, se ha optimizado la gestión de los pacientes en los diferentes servicios del Hospital para lograr con ello que la ventana terapéutica haga posible que el paciente reciba el tratamiento trombolítico. ¿Cómo? A través de un procedimiento interdisciplinar, desde la llegada a Urgencias hasta el tratamiento por parte del neurólogo. "Si el paciente llega con menos de cuatro horas desde el momento en el que se produce el ictus, suele ser candidato al tratamiento farmacológico que elimina la obstrucción", sostiene el doctor Tejada, que enfatiza en la importancia de gestionar, de minimizar los tiempos que se 'gastan' en Urgencias, Análisis o Radiología con el fin de que el enfermo llegue cuanto antes a la unidad. "La importancia de los primeros 90 minutos en el pronóstico del paciente es la diferencia entre vivir o morir o tener una discapacidad de por vida", explica Javier Tejada.
Los profesionales médicos han logrado reducir los tiempos de gestión hasta dejarlos en menos de 4,5 horas
La unidad de ictus del Hospital de León trata cada año a 300 pacientes susceptibles de recibir tratamiento farmacológico. "Hemos conseguido reducir los tiempos para lograr que el 80% de ellos lo reciba", enfatiza. Para ello, el coordinador de la Unidad de ictus explica que ha resultado imprescindible que la persona que esté de guardia en ese momento deje todo para centrarse en el tratamiento. Además, reconoce la labor de enfermería. "Lo hemos conseguido con los mismos medios", advierte al tiempo que reivindica la presencia de una enfermera de manera permanente en la unidad, como recomienda la European Stroke Organization."Aquí sólo hay una por la mañana y el resto del día hay que compartirla", lamenta al tiempo que explica que los pacientes de Valladolid y Burgos sí cuentan con este recurso.
Aquí sólo hay una enfermera por la mañana y el resto del día hay que compartirla", lamenta al tiempo que explica que los pacientes de Valladolid y Burgos sí cuentan con este recurso.
Y es que cada treinta minutos un paciente de ictus podría salvarse, morir o quedar discapacitado de por vida. No sólo por un infarto cerebral, sino simplemente por ser tratado en el hospital inadecuado. De hecho, menos de un tercio de los pacientes son tratados en centros especializados en este accidente cerebral. "Nuestro objetivo es que estos enfermos reciban el mismo tratamiento sin importar el lugar en el que vivan. Para ello, cada año certificamos a los hospitales que lo logran, un esfuerzo que nos llevará al menos diez años más", destacan los responsables de la Iniciativa Angels. Este año, el título lo ha logrado León.
El Hospital de León recibió el año pasado 546 pacientes de ictus. La unidad consta de seis camas y cuatro profesionales están volcados de manera directa en el tratamiento del enfermo. Importante también resultan también los tiempos en el medio extrahospitalario. Es lo que se conoce con el nombre de Código ictus, cuyo objetivo a conseguir es identificar de forma precoz a aquellos pacientes que presentan signos y síntomas de un ictus, de posible naturaleza isquémica, y que pueden ser subsidiarios de recibir terapia trombolítica. Estos pacientes deben ser traslados de inmediato al hospital. Este sistema de aviso y traslado lo tienen implantado todos los hospitales de la comunidad. El Hospital de León recibe avisos de código ictus del área de Léon, Bierzo y norte de Zamora.