Un gato por liebre en la línea del AVE

La compañía ferroviaria ejecuta una política de involución del servicio que presta en la línea de alta velocidad entre León y Madrid. El relevo de las ramas del modelo 112, del modelo AVE, y la puesta en circulación en su lugar de un s 130, Alvia, se ha hecho habitual en las últimas semanas; con especial incidencia en torno a las fechas próximas a Navidad, al cambio de año, con la demanda del enlace en plena ebullición, trenes completos en ambos sentidos, y sin previo aviso a los usuarios que contrataron un viaje prestado por un AVE y completaron el trayecto en un Alvia. Hace dos meses que se descubrió esta estrategia, negada de forma insistente por la propia compañía ferroviaria, pese a que las órdenes en la parrilla de viajes dictaban lo contrario; noviembre era el mes elegido para disponer este recambio, que en esencia supone limitar la conexión entre León y la capital de España con unidades de menor eficiencia y menor disponibilidad de plazas de viajeros; más tiempo en el trayecto y menos espacio; menor confort, también, para los usuarios.

Alvia en vez de AVE significa 66 plazas menos; entre los 299 pasajeros que puede desplazar un s 130 y los 365 para los que está capacitada una unidad del 112, ese mismo que Renfe saca habitualmente de las parrillas.

Con esta perspectiva se plantea un nuevo relevo de forma inmediata en el servicio AVE; hay una probabilidad elevada de que hoy mismo el tren que debe cubrir este servicio entre Madrid y León se quede fuera, y en su lugar se incluya un Alvia, para repetir el mismo procedimiento de semanas anteriores e hipotecar la palabra de la compañía. El tren podrá pasar a mantenimiento. Y esa sería la razón por la que se explicará el relevo. Otra cuestión es cómo se justifica el relevo previsto para este mismo sábado, con un servicio del AVE en solfa. Renfe volvió a ratificar ayer que «está adaptando las circulaciones de sus trenes en el corredor de León a las revisiones obligatorias de seguridad sus vehículos. En ningún caso está previsto reducir el número de relaciones por alta velocidad con León ni hay prevista ninguna sustitución de trenes de la serie Ave 112 por trenes Alvia, más allá de las necesarias y puntuales para garantizar el mantenimiento de los vehículos».

También se manifestó el alcalde de León, dos meses después de que saliera a la luz la merma del servicio. José Antonio Diez trasladó a Renfe que «no se tolerará un cambio en las conexiones que suponga una merma en las prestaciones de los trenes y, sobre todo, en la duración del viaje dada la importancia que para León tienen estos enlaces que garantizan por el tiempo de viaje que muchas personas puedan mantener su residencia en León y acudir a trabajar a Madrid algunas jornadas».

Con igual contundencia que ante el primer anuncio de relevo del AVE, el PP atacó con dureza la política del gestión de las conexiones ferroviarias de León. Alvia por AVE es «un nuevo agravio» a León del PSOE, en palabras de Silván, que pone a la ciudad «a la cola de España en proyectos de infraestructuras ferroviarias» cuando se han cumplido 1.560 días desde la llegada del AVE a León el 29 de septiembre de 2015 gracias a una inversión de 1.620 millones de euros. Silván mostró su pesar después de que durante más de cuatro años León se hubiera convertido en «una ciudad a dos paradas de metro de Madrid».

La UPL también puso en evidencia el sentido de esta alternativa. Alertado por la desazón política y empresarial de León (la cámara de Comercio se unió ayer las críticas), José Luis Ábalos, ministro de Fomento, lanzó una declaración de refuerzo para esta línea de alta velocidad, y aseguró a los diputados socialistas de la autonomía que no habría sustituciones de los trenes AVE, que no iban a circular Alvias en su lugar.

El declive de los trenes que llegan al norte

Colectivos políticos, sociales y económicos de León coincidieron ayer en criticar una práctica revelada por este periódico hace dos meses; Renfe ha negado en tres ocasiones que se produzca el relevo de unidades Alvia por AVE.