Lamentan que no se luchara por crear ambos órganos y denuncian que los retrasos de 6 meses no podrán rebajarse
Los jueces de penal critican el cambio de su juzgado por uno de Familia
Los dos jueces de lo Penal de León han recibido como un jarro de agua fría la noticia de la no creación del juzgado número 3 que ya es
La decisión del ministerio de Justicia de crear un juzgado de Familia en León en lugar del Penal número 3, como estaba previsto, ha disgustado a los dos jueces penales de la ciudad. Ambos critican el «cambiazo», porque, según explican, «no es razonable que se tenga que poner en marcha un tribunal a costa de otro». Tampoco comprenden por qué se formó una corriente favorable al juzgado de Primera Instancia por encima del nuevo Penal, cuando lo justo sería reivindicar ambos y obtener del ministerio de Justicia el mayor número de órganos judiciales posibles para León, de modo que pudiera impartirse una justicia de calidad y sin sobrecarga de trabajo. La jueza del Penal número 2, Pilar Robles, reconoce que la creación del juzgado de Primera Instancia para asuntos de Familia es «favorable» para los leoneses, porque unifica los criterios sobre los divorcios, las separaciones, el régimen de visitas a los menores o el pago de pensiones, que hasta ahora se resolvían en siete tribunales diferentes. Su compañero del Penal número 1, Juan Ignacio Raffolls, también opina que «era necesario y beneficioso la puesta en marcha de un juzgado de Familia», pero ambos lamentan que el nuevo órgano se haya logrado impidiendo que vea la luz el Penal número 3 «también necesario para reducir a la mitad los seis meses en que se están señalando los juicios». El ministerio de Justicia había anunciado a comienzos de año que crearía dos juzgados en León, el número 2 de lo Contencioso-Administrativo y el tercer Penal por el incremento de la inseguridad ciudadana y por la posibilidad de aplicar los juicios rápidos. Sin embargo, la noticia del nuevo juzgado Penal fue recibida con sorpresa por parte de algunos abogados, jueces y fiscales, que apostaban más por un tribunal de Familia. El movimiento ganó fuerza y logró inclinar la balanza en favor del juzgado de Primera Instancia. Raffolls también denuncia que León «debe ser el primer caso en España en que el ministerio sustituye un juzgado a punto de crearse por otro».