La Universidad de la Experiencia pide más interés social por los mayores

La Universidad de la Experiencia arrancó en León en el curso 1994-1995 y desde entonces cerca de 500 personas mayores de 55 años han pasado por sus aulas. Se trata de un programa de la Gerencia de Servicios Sociales que aceptó en 1993 la Universidad Pontificia de Salamanca. La directora, Adoración Holgado, subrayó ayer en el acto de clausura del curso celebrado en el paraninfo del Centro de los Idiomas que «León ha sido una de las sedes que ha dinamizado más la Universidad de la Experiencia». Bajo el principio de que «la educación es un proceso que dura toda la vida» -apuntó- el programa de enseñanza superior para mayores ha demostrado que «puede aprenderse en cualquier edad» y que «la formación universitaria no sólo está destinada a formar trabajadores e investigadores competentes». «Las personas mayores hemos contribuido al desarrollo de la sociedad que tenemos», recalcó la directora. En la misma línea se manifestó el alumno portavoz de la Universidad de la Experiencia, Donato Alonso, al indicar que quería hacer «una protesta» ante la sociedad «porque nos quieran encasillar como jubiletas, menopaúsicas, los del colesterol o los prostáticos». El representante del alumnado destacó que «somos un colectivo importante» que representa ya más del 20% de la población, que tiene capacidad de decisión con sus votos y contribuye con sus ahorros y consumo a crear empresas y a la dinamización de la economía. Como en el refrán, los alumnos quisieron ser «bien nacidos» y agradecieron los beneficios del programa, entre ellos, «la puesta al día de nuestro cuerpo y nuestra mente, lo que ha supuesto de ampliación del círculo de amistades, nuestro rescate del olvido y el que haya despertado el interés por nosotros mismos y por los demás». El vicerrector de Extensión Universitaria, Francisco Flecha; Lourdes Fernández, de la Gerencia de Servicios Sociales, y el coordinador, Prisciliano Cordero también asistieron al acto.