Renfe valora el rescate de mercancías con suelo de los talleres ferroviarios

Hay una alternativa para la situación de declive que viven los talleres ferroviarios en León. La compañía Renfe prepara el rescate de la filial de mercancías con terrenos en desuso y suelo de instalaciones en declive de la división de mantenimiento.

La operación es una prioridad para la dirección de la empresa pública ferroviaria, castigada en el último año por pérdidas millonarias y una caída de actividad que, tarde o temprano, tendrá consecuencias en la estructura empresarial y en los activos de la compañía.

Al rescate de la secciones donde los números rojos no pueden disimular el destello, la empresa duda entre dar acceso a un nuevo socio para sacar a flote y enjugar la vía de pérdidas del área de mercantes o afiliarse en una sociedad conjunta.

Revalorizar el consorcio de mercancías con la aportación de un socio con capital y situación financiera saneada se podría alimentar a base de transfundir activos desde el área de mantenimiento. La fórmula está sopesada por la dirección, con tilde de prioritaria, tal y como se ha relatado ya en algunos medios de comunicación cercanos a posiciones ideológicas del ejecutivo, que han desvelado la urgencia y la inmediatez de la operación que contaría con el visto bueno del Gobierno, del Ministerio de Transportes.

Se busca capital y se ofrece suelo, que de otra forma se perdería en hangares en ruina en los que la actividad menguante de los últimos años en el área de mantenimiento ha empujado al borde de la quiebra a lo que antes fueron polos ferroviarios de relumbrón. Suelo para armar enclaves logísticos que el operador llamado a consorciarse con mercancías revitalizaría con movimiento de carga y descarga.

Los talleres de León, en los lineales habilitados en motor y remolcado, encajan en las condiciones con las que Renfe pretende sustentar el rescate de mercancías. Esa parece la salida, en un momento en el que la cuenta de resultados obliga a operaciones quirúrgicas que no admiten espera. Está tan avanzado, que las primeras informaciones en las que trasciende la intención de incorporar un socio para la división de mercancías, incluyen hasta el nombre del candidato ideal; el operador ferroviario alemán Deutsche Bahn. Ese es el perfil, al que atenderá también una empresa del sector mercante, ahora que los mapas de vías comienzan a dibujarse entre enclaves logísticos y nodos de intermodalidad. La intención de Renfe es que antes de primavera esté definido ese modelo que asuma la integración con su nuevo socio en el movimiento de carga.

Suelo de mantenimiento por estabilidad financiera en el área de mercancías; sin perjuicio de que la normativa obliga a la compañía pública a ofrecer el espacio de talleres a empresas privadas del sector ferroviario, por si fuera de su interés comercial e industrial. Así sucedió con una área de talleres que Renfe cedió en una localidad castellana, en los que ahora se estableció un operador privado de mercancías.

La nueva versión societaria que se hornea para salvar mercancías da una perspectiva impensable los negocios de talleres de mantenimiento, que, como en León, agonizan asfixiados por la falta de carga de trabajo, la línea de inversiones estrangulada y el futuro limitado en reparaciones de material angosto y fuera de catálogo.

La única salida a los talleres ferroviarios en León se agotó por el fiasco del traslado a terrenos al sur de la capital y por la pérdida de posición referente en la reparación y mantenimiento del parque móvil de trenes en el noroeste peninsular. Por si quedaban dudas con la apuesta, se despejaron en el mes de diciembre, al encumbrar el ministro de Transportes en Valladolid el modelo que le habían prometido a León. La permuta de suelo parece más factible.