León, la sexta provincia de España en la que menos crece la renta familiar

La renta familiar en León o dinero disponible por unidad familiar contando impuestos, desgravaciones, subvenciones agrarias o de cualquier otro tipo, etcétera, ha crecido entre los años 1995 y 2001 a una media de un 2,92% por cada ejercicio, un porcentaje notablemente por debajo de la media española. El origen de este progresivo distanciamiento respecto a las regiones más ricas radica, según la Funcas, en la dependencia económica de sectores tradicionales y en declive, como la minería o la agricultura, lo que explica el menor crecimiento de zonas hasta ahora consideradas como especialmente ricas en recursos propios, como Asturias o León. Por el contrario, el producto interior bruto crece de manera más generosa en provincias recicladas al sector servicios y, en particular, al turismo, donde también tiende a concentrarse la población. «El centro de gravedad de la población y de la economía española ha tendido a dirigirse hacia el sudeste peninsular con independencia del mayor desarrollo de los archipiélagos. Pero acaso el fenómeno más llamativo que ha tendido a consolidarse aún más en los últimos seis años es la expansión demográfica y económica del llamado Arco Mediterráneo, desde Gerona hasta Cádiz. Y otro dato es que la comunidad autónoma de Madrid se ha constituído en el centro demográfico y económico de la España peninsular, desde el que se irradia un notable desarrollo del área castellano-manchega, especialmente en las provincias de Guadalajara y Toledo». Despoblados Durante los últimos seis años la población española creció en 1,4 millones de habitantes, debido, en parte, a la inmigración. Sin embargo, los censos poblacionales se reparten de forma muy diversa y en función de la renta per cápita de cada región. Así, la población creció más de un 3% durante el último quiquenio en los archipiélagos, Madrid, Navarra y en las cuatro autonomías del Arco Mediterráneo, estáncándose en Castilla-La Mancha, Rioja, Cantabria, Aragón y Extremadura. Por el contrario, la población residente descendió en Euskadi, Galicia, Asturias y Castilla y León. En el caso leonés el censo bajó, por primera vez, del medio millón de habitantes. La evolución de la población ocupada siguió una tendencia similar a la de la renta, incrementándose espectacularmente en las provincias mediterráneas y en el área de influencia de Madrid, mientras permanecía estancada en el interior, salvo en unas pocas áreas con tendencia a deprimirse: «los últimos lugares en crecimiento del empleo entre los años 1995 y 2001 corresponden a Asturias y Galicia y, en menos medida, a Castilla y León y Cantabria, datos todos concordantes con las tendencias demográficas y del desarrollo económigo regional». En cuanto a ahorro y depósitos bancarios Teruel, Asturias y León volvieron a figurar en el furgón de cola, lo que, según Funcas, es achacable a la crisis carbonífera. A su vez, fueron León, Lugo y Teruel las que perdieron más ahorradores.